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Según la Fundación Affinity, un animal de compañía puede ayudar a superar el síndrome del “nido vacío”

Canarias Noticias - 06/04/2017
Persona mayor con animales

Casi la mitad de los hogares españoles -el 46%- convive con un animal de compañía, principalmente perros y gatos. Estos se han convertido en un miembro más de la familia y establecen un vínculo afectivo muy especial con todos sus miembros. Según un nuevo Estudio de la Fundación Affinity sobre el Vínculo con el animal de compañía en el núcleo familiar, la presencia de un perro o gato en el hogar puede ayudar a compensar emocionalmente cambios en la dinámica familiar como, por ejemplo, la marcha de los hijos, lo que se conoce como ‘síndrome del nido vacío’.

 “El perro o gato aportan una nueva ilusión, alguien nuevo por quien preocuparse en el día a día y a quien ver crecer. En definitiva, les permite seguir sintiéndose una familia”, asegura Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity.  

 El estudio, de carácter cualitativo, ha analizado cinco tipos de familias (parejas con hijos independizados, parejas sin hijos, hogares con hijos, familias monoparentales y singles) para llegar a la conclusión de que tener un animal de compañía no sólo es beneficioso para las personas como individuos, sino que también mejora la dinámica familiar en todas las tipologías de hogares.

 Según el Estudio de Fundación Affinity, en un hogar formado por una pareja aún sin hijos, el animal puede representar un entrenamiento para las futuras responsabilidades cuando estos se planteen ser padres. El beneficio que puede aportar el animal es ayudar a crear familia y hacerles madurar como pareja, porque refuerza el vínculo entre ellos y les prepara emocional y estructuralmente para la posible llegada de un nuevo miembro al hogar.

 En un hogar con hijos, se ha observado que el perro o el gato son un nexo de unión, un motivo de orgullo y en cierto modo, el reflejo de esa familia. También puede ser un aliado en la educación de los niños, además de protegerlos y cuidarlos. Como demostró el I Análisis Científico del Vínculo entre personas y animales de compañía de la Fundación Affinity (2013), 8 de cada 10 niños, de entre 9 y 12, años prefieren jugar con su perro o su gato que con videojuegos. Además los lazos afectivos con sus mascotas les ayudan a superar situaciones de miedo o tristeza y son para ellos una fuente de consuelo igual que para los padres. La presencia del animal de compañía en casa puede facilitar que las tareas estén más repartidas.

 Los beneficios de tener un perro o gato en el hogar también se han observado en el caso de familias monoparentales y singles. En el caso de las monoparentales, el perro o gato puede convertirse en el aliado del progenitor en la educación y protección de los hijos. En estos casos, el animal proporciona un gran apoyo emocional y ayuda a estrechar vínculos con los  más pequeños. En el caso de los singles, que han tomado la opción de estar solos, el animal puede ser un apoyo emocional muy importante.  

 Además de estos beneficios, el estudio de Fundación Affinity ha permitido observar otros ya conocidos, como el apoyo emocional que los animales de compañía proporcionan en momentos de soledad; y el refuerzo de la comunicación y el nexo entre los miembros del núcleo familiar, pues tener un animal de compañía demanda consenso y cooperación. Convivir con un animal también mejora el estado de salud de las personas, ya que como demostró el I Análisis Científico del Vínculo de la Fundación Affinity, los propietarios de un perro o un gato van un 15% menos al médico. En el caso de los hombres además tienen menos colesterol y tensión arterial que los que no viven con un animal de compañía.

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