El verano se está dilatando y lo hace con un calor considerable, con unas temperaturas que sobrepasan los 27º en aulas y otras dependencias de los centros educativos. Es complicado prestar servicios en espacios donde se superan estas cifras, ya sea por parte del profesorado o por el personal de administración y servicios como los conserjes, subalternos o auxiliares administrativos entre otros.
En algunos colegios e institutos es fácil ver aulas ,oficinas y conserjerías convertidas en auténticas saunas. La sensación térmica aumenta sobre todo en las últimas, muchas de ellas habitáculos reducidos con escasa ventilación, aunque en estos días el ventilar sea poco fructífero por el aire caliente cargado de polvo.
Corresponde a los centros proporcionar al personal los medios de protección como un simple ventilador para determinados espacios. Se están dando casos de empleados que tienen que aportar sus propios medios porque la secretaría de los centros mira hacia otro lado alegando que no hay dinero. Inadmisible.
Hace falta incrementar la cultura preventiva en muchos equipos directivos. Hay personas trabajadoras asmáticas que desarrollan sus funciones en los centros de enseñanza y requieren un especial cuidado. La Ley de Prevención es bastante clara al respecto.
Jesús Manuel Díaz Lorente. Delegado de CSIF Canarias
