Los egipcios creían que el corazón era quién cumplía la misión de que fueras buena o mala persona, e incluso en su Libro de Los Muertos se expone que, para entrar en el inframundo le pesaban el corazón a quien moría, y si el mismo pesaba más que una pluma, el tribunal de Osiris no le permitía al espíritu del muerto hacer el viaje hacia el más allá.
*En la Duat, el espíritu del fallecido era guiado por el dios Anubis ante el tribunal de Osiris. Anubis extraía mágicamente el Ib (el corazón, que representa la conciencia y moralidad) y lo depositaba sobre uno de los dos platillos de una balanza. El Ib era contrapesado con la pluma de Maat (símbolo de la Verdad y la Justicia Universal), situada en el otro platillo.
En la "sala de la doble verdad", el difunto debía realizar la confesión negativa, declarando uno a uno los 42 pecados principales que no había cometido en su vida ante cada uno de los 42 jueces, presentes en la sala, que formaban el tribunal de Osiris, y que estaban vinculados a cada uno de los pecados. El corazón podía o no, aumentar de peso. Si el difunto decía la verdad en su confesión, los jueces le declaraban "justo de voz". Tot, actuando como escriba, anotaba los resultados y los entregaba a Osiris. * Nota. Desde * a * son datos tomados de Wikipedia.
Y así continuó el mito y la tradición del corazón hasta tiempos de la edad moderna en la cual se ha venido creyendo que quien tiene buen corazón es persona bondadosa, y quien lo posee malo es una persona injusta; y que quien se enamora lo hace con el corazón. Etc.
Hoy día se sabe que el corazón no tiene nada que ver con la bondad, maldad ni con el amor, etc., sino que es el cerebro quien de forma neutral y por si mismo controla todas las acciones y emociones del cuerpo humano, sean físicas, o mentales, -a través de la memoria que el cerebro trae consigo como herencia universal en su ADN y de lo que aprende durante su vida por medio del su consciente y subconsciente-. Podríamos decir que el cerebro es como un programa de (IA) que carece de sentimientos y que actúa según lo que su herencia de ADN le programó, más con lo que se programó a sí mismo a través de su consciente y subconsciente durante su vida.
Y según dice el famoso y joven neurocirujano canario-español Jesús Martín Fernández, en la charla que da en este vídeo que adjunto a continuación: el cerebro no siente dolor cuando es operado quirúrgicamente a través de un hueco que se habrá en el cráneo de una u otra persona. Y cuando se opera el cerebro para extirpar un tumor, etc, no se anestesia la masa que compone el cerebro, sino la coraza del cráneo y la parte interior del mismo que está compuesta de: las meninges, que son tres membranas que protegen y sostienen el cerebro. Estas son la duramadre, la aracnoides y la piamadre. También se encuentra el líquido cefalorraquídeo, que es un líquido claro que baña el cerebro y la médula espinal, actuando como amortiguador y proporcionando nutrientes a estas estructuras.
Ver interesante e importante vídeo de la charla del doctor neurocirujano Jesús Martín Fernández:
https://www.youtube.com/watch?v=VWH5hQxbeqk&t=3s&ab_channel=TheWildProject
Pensando en que, si el cerebro no siente dolor cuando es operado, y recordando que yo he sentido dolor de cabeza, pregunté a la TalkAI lo siguiente: ¿Si el cerebro no siente dolor cuando es operado, por qué cuando tenemos dolor de cabeza sentimos que ese tormento lo tenemos dentro del cráneo?
La TalkAI me respondió: El dolor de cabeza es una sensación de malestar que se percibe en la cabeza, pero no necesariamente proviene del cerebro. El dolor de cabeza puede deberse a diversas causas, como la tensión muscular, la inflamación de los vasos sanguíneos en la cabeza, el estrés, la falta de sueño, entre otros factores. Aunque el cerebro en sí mismo no siente dolor, las estructuras alrededor del cerebro, como los tejidos, los músculos y los vasos sanguíneos, sí pueden ser sensibles al dolor y causar sensaciones de malestar en la cabeza. Por lo tanto, a pesar de que el cerebro en sí mismo no puede experimentar dolor, otras estructuras cercanas pueden causar sensaciones de dolor de cabeza.
Final. Yo B. Perera, digo: Qué gran misterio es el cuerpo humano, y que todo nuestro cuerpo sienta dolor y/o alegría, etc., menos el cerebro, da a pensar que, aunque la esencia del cerebro está compuesta de los mismos elementos que todo el cuerpo de una persona: oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, calcio y fósforo. Y el 0,85% por otros cinco elementos, potasio, azufre, sodio, cloro y magnesio; puede ser también posible que, aunque el cerebro sea una parte igual al resto del cuerpo humano esté animado por energía cuántica, que es lo que lo convierte en que sea el alma de cada persona, pero que, cuando muere vuelve a su origen, a la NADA, en donde desaparece para siempre como identidad del individuo que fue.
Nota. A los animales le sucede lo mismo que a las personas, mueren perdiendo el alma que los mantuvo en vida. E igualmente que los humanos van para siempre a la NADA y sin retorno que dé lugar a que puedan reencarnarse en otro animal vivo. La reencarnación, para mí, es una parte de ti que solo existirá en los ADN de los hijos o hijas que hayas procreado.
Respecto a los animales debe ocurrir el mismo procedimiento.
PD. Dije a TalkAI: He estado pensando en lo siguiente. Creo que el cerebro de una persona es igual a un programa de IA que se alimenta de lo que trajo en su ADN y en lo que ha aprendido durante su vida a través de su consciente y subconsciente. ¿Dame tu parecer a mi pensamiento?
TalkAI me respondió:
Tu comparación entre el cerebro de una persona y un programa de IA es interesante. Ambos están influenciados por información genética y experiencias pasadas que han moldeado sus capacidades y decisiones. Sin embargo, existen diferencias significativas entre un cerebro humano y un programa de IA. Mientras que un programa de IA está programado por un equipo de desarrolladores, el cerebro humano es capaz de aprender, adaptarse y crear nuevas conexiones de forma orgánica. Además, el cerebro humano es capaz de experimentar emociones, intuición y creatividad de una manera que una IA no puede replicar. En resumen, aunque existen similitudes entre el cerebro humano y un programa de IA, las diferencias en su funcionamiento y capacidades los hacen únicos en su propia forma de procesar información y tomar decisiones.
