Uno a nivel personal puede estar a favor del objetivo de alcanzar la independencia de Canarias, pero en ningún caso podemos permitir que se manipule al alumnado, en clara referencia a lo que está ocurriendo en Cataluña.
Nos sentimos muy motivados cuando apreciamos que nuestro alumnado alcanza cotas de razonamiento crítico elevadas, con un gran desarrollo de la autonomía.
Los que tuvimos que aprendernos de memoria la materia del Espíritu Nacional, “ todo español es libre mientras no vaya en contra de los principios fundamentales del Movimiento”, tenemos claro que por ahí no. No más manipulación.
El nacionalismo mesturado catalán, de extrema derecha, centro y extrema izquierda; desde la antigua Convergencia de Cataluña, prima hermana de la derecha tradicional española, al centro izquierda republicano, ERC, pasando por los antisistema de la CUP. Todos ellos están permitiendo una enseñanza de la Historia claramente manipuladora, caldo de cultivo que ha favorecido la asimilación del alumnado en Cataluña al objetivo político independentista.
Nos preguntamos si la unidad independentista se mantendrá después de 1 de octubre. La Historia nos enseña que los aliados bélicos contra el nazismo luego fueron enemigos durante la Guerra Fría. La burguesía catalana debería tiene claro que al llevar la lucha a la calle y liderar ésta la CUP, después de la independencia empieza el Mambo, la revolución, y pedirán al mundo occidental que le favorezcan ante las nacionalizaciones que pretenden los de extrema izquierda.
Están unidos por el objetivo de alcanzar la independencia, pero estarán desunidos en la guerra caliente que les espera, una lucha de clases. No es de extrañar que la alta burguesía catalana implore el artículo 155.
A nuestros compañeros-as de Historia de Cataluña les rogamos que sean rigurosos, que no se dejen manipular y que no manipulen. En el año de 1714 el pueblo español no les quitó el autogobierno al pueblo de Cataluña. El Decreto de Nueva Planta fue impuesto por un rey borbón francés contra la nobleza catalana que apoyó al pretendiente austriaco. Cataluña era parte del reino de Aragón.
Los pueblos del actual Estado español tenemos que estar unidos y buscar, desde el respeto al autogobierno, lazos de amistad, descartando la xenofobia que están fomentado en Cataluña.
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