ÚLTIMA HORA

LAS VENTAS DE WEBS DE SEGUNDA MANO… A TRIBUTAR

Me motivó a escribir este artículo, ver en la prensa que habrá que declarar cierto tipo de ingresos producidos por las ventas en webs de segunda mano, tipo Wallapop, Vínted, Amazon, etc. Y es que, ya había detectado que muchas empresas estaban empezando a comercializar sus productos a través de estos canales de ventas on-line. Era demasiado suculento el plato, para dejarlo en la mesa sin tocar. Además, si podemos vender y no pagamos impuestos, mejor que mejor. Pues eso se acaba. Si vendes por debajo del valor de venta del producto, estás exento de tributar. Obvio que no estás haciendo negocio, estás perdiendo dinero.

Pero, la picaresca de vender a bajo precio, es un subterfugio para ampararse en la ley. Vamos, que es como el «vender con descuento» de toda la vida. Ahora, se le acaba de poner un límite a esas ventas. Ya, si se hacen masivas, habrá que pasar por caja. Porque, claro, es una competencia muy, pero que muy desleal a las tiendas de venta tradicional.

Si vendes más de 30 productos al año o por valor de más de 2.000 euros, estos portales de ventas estarán obligadas a comunicar los datos del vendedor al Ministerio de Hacienda español. Lo creo justo. Es verdad que este tipo de webs necesarias se crearon con la finalidad de dar salida a productos de segunda mano que estorban en casa. Hoy mismo me hice mis 80 minutos de bicicleta estática comprada por 60 euros. Gracias a Dios, tengo dinero para comprarme una «de paquete», pero ¿y si me la compro y a las dos semanas ya no me apetece pedalear más? ¿Cuánta gente no tiene una en la casa arrimada que estorba más que otra cosa? Pues eso le estaba pasando al funcionario de correos que me la vendió.

Y es que, de eso a hacer negocio, va un trecho. Yo podría estar vendiendo mi novela a 7 euros, pero no. Ah, por cierto, una vez sí que vi una de ellas que se estaba vendiendo por 5. Pues mira, alguien que la leyó y le hacía falta más hueco en la estantería o, lo que es peor, no le gustó y le molestaba verla en el salón. Pues nada, que los objetos de segunda mano siempre son una solución para la gente de poco poder adquisitivo y deben seguir creciendo en su venta. Eso sí, con la regulación para evitar esa picaresca tan «tipical spanish».

Noticias más leídas del día