ÚLTIMA HORA

MÁS DE LO MISMO

José Fco. Fernández Belda

Viviendo en San Borondón

Si por algo se ha caracterizado el actual gobierno social-podemita, es por sus innumerables anuncios, con mucha pompa y alharaca pero que no se materializan después. También por los interminables Aló Dr. Sánchez televisivos con los que se nos intentaba adoctrinar con la primera excusa a su alcance o sin necesidad de excusa alguna. Nuestro inquilino de La Moncloa, que con toda la razón tanto criticó a Rajoy llamándole el Presidente del Plasma, multiplica sus ruedas de prensa sin permitir preguntas de los periodistas y cuando interviene en el Parlamento jamás de los jamases contesta a las preguntas directas que le hacen, perorando con evasivas o banalidades que lleva bien aprendidas, todas ellas plagadas de eslóganes hueros y lugares comunes. Él y sus ministros también se niegan por sistema a aportar en sede parlamentaria los documentos o actas oficiales que justificaron algunas de sus decisiones importantes, como es reglamentario, pues los pondrían frente a frente a sus propias mentiras.

Tras la celebérrima Agenda 2030 que Pablo Iglesias dijo querer liderar entre serie y serie de televisión, ahora el Presidente nos anuncia su informe “España 2050”, en el que, si él sigue en La Moncloa, nos promete que seremos todos muy felices. Lo de comer perdices lo deja para los aplaudidores sindicalistas y similares. Para presentarlo con todo aparataje propagandístico el Dr. Sánchez viaja a Valencia en “su” Falcon en un vuelo que dura sobre una hora, para anunciar allí que prohibirá los vuelos de menos de dos horas y media. Poco le interesa la aviación regional y corporativa (como la que él mismo utiliza a su antojo sin rendir cuentas), así como la actividad directa e indirecta que genera. Los problemas y la ruina que siembra a su paso en todo aquello donde pone su ojo el Rasputín palaciego Iván Redondo, poco o nada importa a nuestro Gran Profeta del 2050. Quien ha sido incapaz de contar los muertos por la Covid-19, como un Nostradamus redivivo, nos anuncia sus visiones del futuro.

No sé si la PSOE como partido, pero al menos sí los que ocupan La Moncloa, advierten a los ciudadanos españoles, posiblemente en el colmo de la fatuidad a todo habitante del planeta, que deberán obligatoriamente consumir menos carne, ropa, electrónica y viajes en los próximos años. Toda una vida en la que la gente estaba deseando poder viajar y conocer mundo, máxime en un país que tiene (o tenía) una industria turística de primer nivel mundial, vestir a la moda, poder comer carne o disponer de la última tecnología para mejorar su calidad de vida, ahora viene el gafe del Dr. Sánchez a amenazarnos y hacernos sentir culpables por desear eso que siempre se llamó progreso social, tanto para para nosotros como para nuestros hijos, diciendo que si continuamos con ese ansia de bienestar en cantidad y calidad actual “habrá una catástrofe medioambiental sin precedentes".

Pero cuando sus socios podemitas proclaman en cuanto se les da ocasión que media España se muere de hambre, frío y miseria, ahora añaden la pobreza menstrual, sin el menor rubor dice textualmente el Plan 2050: “numerosos estudios señalan que el consumo de carne de la población española es entre dos y cinco veces superior al recomendable, que el 55% cambia de móvil cuando el anterior que tenía aún seguía funcionando, y que el consumo de energía es muy superior al necesario”. En una clara confusión entre las reparaciones de aparatos averiados y la obsolescencia técnica, motivo principal para la sustitución de muchos aparatos electrónicos e informáticos, los iluminados monclovitas añaden: “compraremos menos electrodomésticos y dispositivos digitales nuevos, pero usaremos más los servicios de reparación y actualización de los fabricantes”. ¡De traca de voladores... rabudos!

Para consumo de tanta gente a la que el sistema educativo ha estimulado a no ser crítico con las propuestas que el social-podemismo califica, sin argumentos, como progresistas de mucho progreso, el informe “España 2050”, tan asombroso como iluminado, reproduce las tan reiteradas profecías catastrofistas propias de los milenaristas y de los activistas ecologistas anti todo. Ahora, Marx sabrá por qué, las hacen suyas el Gobierno PSOE-Podemos: en 2050 “las sequías afectarán a un 70% más de nuestro territorio; los incendios y las inundaciones serán más frecuentes y destructivos; el nivel y la temperatura del mar aumentarán; sectores clave como la agricultura o el turismo sufrirán daños severos; 27 millones de personas vivirán en zonas con escasez de agua, y 20.000 morirán al año por el aumento de las temperaturas... habrá expansión de enfermedades transmitidas a través de alimentos o de animales como los mosquitos, y harán que virus como el dengue, el zika o el virus del Nilo se vuelvan cada vez más comunes en nuestro territorio". Para esto último supongo que prohibirán el DDT.

Tres cosas en toda esta fanfarria llaman la atención. La primera es que como buen profeta habla de cómo ve el futuro, obviando el hecho de que si creyera una sola palabra de lo que dice, anunciaría planes y medidas concretas de su Gobierno para remediarlo. Presupone que, haga lo que haga si es que hace algo alguna vez, su vaticinio se cumplirá. La segunda es que, como todo profeta catastrofista que se precie, no tiene en cuenta que el desarrollo tecnológico, de la medicina y de las ciencias de la salud cambia las cosas para mejor a lo largo del tiempo. Por eso se vive más y mejor. Como muy bien dijo, creo recordar que Milton Friedman, “la Edad de Piedra no se acabó porque se acabaran las piedras, ni el carbón se dejó de usar en las calefacciones porque no hubiera ya carbón”. Una atenta lectura del libro “El ascenso del hombre”, de Jacob Bronowsky no vendría nada mal a los que redactaron este informe, o lo plagiaron. Pablo Iglesias y sus afines tal vez prefieran más que leer el libro, ver esta misma serie en la televisión, que fue producida y emitida por la BBC en 1971-72.

Pero lo más sorprendente de este canto al absurdo que es el informe “España 2050”, que sólo persigue la agitpro al peor estilo leninista, es que no aporta ninguna medida concreta para corregir el apocalipsis siniestro, sólo hace anuncios generales al típico estilo del Dr. Sánchez. No es un plan, es una ristra de amenazas que como los ajos, atufan a distancia. Espero que como ya pasó cuando anunció que él personalmente había derrotado al virus y salvado la vida a unos 450.000 españoles, la ciudadanía sea consciente de que sólo es un teatrillo más.

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