El PP critica la “avaricia fiscal” de Morales por su empeño en imponer una tasa turística en la Isla
Felipe Afonso El Jaber: “No se explica el interés de Morales por castigar al turismo, nuestro principal motor económico, cuando el Cabildo acumula casi 500 millones de euros en los bancos "
El Grupo Popular en el Cabildo de Gran Canaria ha vuelto a criticar hoy la “avaricia fiscal” del presidente Antonio Morales por su empecinamiento en imponer una tasa turística en la Isla, una medida “puramente ideológica” que ha sido rechazada por las principales patronales hoteleras, cabildos como los de Fuerteventura, Tenerife o La Gomera, o el propio Gobierno de Canarias.
El Grupo Popular advierte una vez más de que la tasa turística que defiende Morales es innecesaria y contraproducente, ya que su implantación tendría un impacto directo en la competitividad del destino Gran Canaria, en un momento además en que las reservas están empezando a caer por la recuperación de otros destinos competidores como Egipto o Turquía.
Para el portavoz del PP, Felipe Afonso El Jaber, “no se explica el empeño de Morales por castigar con este nuevo gravamen al sector turístico de Gran Canaria, nuestro principal motor económico, sobre todo cuando el Cabildo acumula a día de hoy casi 500 millones de euros ociosos en los bancos y, además, fue incapaz de ejecutar el año pasado otros 155 millones”.
El PP cree que el Cabildo cuenta con recursos más que suficientes para, sin necesidad de establecer una nueva tasa, impulsar políticas medioambientales encaminadas a la protección de los recursos naturales, la renovación de los espacios turísticos y el desarrollo de un turismo sostenible.
Felipe Afonso El Jaber recuerda el incremento del 40% del IGIC (del 5 al 7%) aprobado en 2012 por el gobierno regional de Coalición Canaria (CC) y PSOE supuso un gran incremento de la recaudación para las administraciones insulares, entre ellas el Cabildo de Gran Canaria, por lo que no existe justificación alguna para establecer esta tasa, que implicaría una doble imposición y un doble castigo para la industria más importante de la Isla.
Además, el Grupo Popular considera que la imposición de esta tasa tendría otros muchos efectos negativos, entre ellos el aumento de los costes operativos de los turoperadores (a través de los que llegan dos terceras partes de los clientes), lo que podría acelerar el desvío de turistas a los destinos competidores que comienzan a recuperarse por el encarecimiento de los paquetes turísticos.
Los bandazos del PSOE
El PP también ha denunciado los cambios de criterio y los bandazos que ha ido dando el PSOE durante los últimos años en torno a la necesidad de implantar este gravamen en la Isla. Así, los socialistas han pasado del rechazo inicial a la tasa mientras gobernaban las Islas junto a CC, a reclamar su instauración una vez abandonaron el Ejecutivo regional.
Cabe recordar que en este mandato también puso de manifiesto la división en el seno del grupo de gobierno en el Cabildo de Gran Canaria, pues el PSOE se abstuvo en la votación de una moción del PP de rechazo a esta tasa turística –que fue respaldada por todos los grupos de la oposición-, mientras que Nueva Canarias (NC) y Podemos votaron en contra.
El actual alcalde socialista de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, también se ha pronunciado en contra de aplicar esta tasa turística en la capital, argumentando además que el rechazo a su implantación forma parte del programa de gobierno en el Ayuntamiento capitalino, donde el PSOE gobierna junto a NC y Podemos.
