Los temporales de los últimos 20 años le han costado a Canarias 600 millones
Los temporales que ha sufrido Canarias en los últimos 20 años han ocasionado daños cuyo valor supera los 600 millones de euros a precios de 2018, la mitad de ellos concentrados en un solo episodio: el paso de la tormenta tropical Delta en 2005, con vientos de hasta 250 kilómetros/hora.
La Cátedra de Reducción del Riesgo de Desastres y el Departamento de Geografía de la Universidad de La Laguna (Tenerife) presentaron en el undécimo Congreso de la Asociación Española de Climatología un estudio sobre el balance de daños de los "eventos meteorológicos de rango extraordinario" que ha sufrido Canarias desde 1996 hasta 2016.
El trabajo, publicado ahora por la Agencia Estatal de Meteorología, toma como principal fuente de información el banco de datos del Consorcio de Compensación de Seguros, la sociedad pública que responde por la mayor parte de los daños en los fenómenos extraordinarios si quien los ha sufrido en su casa, su vehículo o sus propiedades de otro tipo tenía asegurados esos bienes, a los que suma para obtener el saldo total las pérdidas en la agricultura.
En los 20 años estudiados, el Consorcio abonó en la comunidad de Canarias el equivalente a 270,36 millones de euros de 2018 (el estudio actualiza las cifras conforme a la inflación de cada año) a los perjudicados por casi 45.934 siniestros de tres tipos: inundaciones, embates el mar y tempestades ciclónicas atípicas (aquellas que en las que las rachas de viento rebasan los 120 Km/h).
Tres años representan por sí solos el 72 % de esa cantidad: 2002 (año de las inundaciones en Santa Cruz de Tenerife, con ocho muertos), 2005 (la tormenta Delta) y 2010 (con tres episodios de fuertes lluvias en febrero, que afectaron en particular al municipio de El Rosario, en Tenerife).
Y como en la valoración total de los daños, la tormenta Delta se lleva la palma en los registros del Consorcio de Compensación de Seguros: ella sola es responsable de la tercera parte de todos los daños que ha tenido que afrontar en Canarias, 87,99 millones.
Los datos del Consorcio revelan además que la mayor parte de los daños ocasionados por los temporales en las islas los provocan los embates del mar (133 millones, el 49,29 % del total), seguidos por las inundaciones (122,3 millones, el 45,24 %) y las tempestades ciclónicas (15 millones, el 5,56 %).
Si se tiene en cuenta el número de siniestros reclamados, los embates del mar se confirman aún más como el principal tipo de riesgo en Canarias, con 34.369 casos indemnizados (el 74,82 % del total); seguidos de las inundaciones, con 11.150 (el 24,27 %) y las tempestades ciclónicas, con 414 (el 0,9 %).
Casi la mitad de los daños por los temporales compensados por el Consorcio durante esas dos décadas en Canarias los sufrieron comercios y negocios de diverso tipo (120,7 millones de euros, el 45 %), muy por delante de las viviendas (68,6 millones, el 25 %) y las industrias (50,4 millones, el 19 %).
Tenerife es, con diferencia, la isla más castigada, porque fue su territorio fue el más afectado por los tres eventos más importantes del siglo XXI: las inundaciones de marzo de 2002, la tormenta Delta de 2005 y las lluvias de febrero de 2010.
En esa isla, el Consorcio ha tenido que responder por daños de 187 millones de euros. Le siguen, a distancia, Gran Canaria, con 52,25 millones de euros; Lanzarote, con 13,89 millones; La Palma, con 7,12 millones; Fuerteventura, con 4,30 millones; El Hierro, con 3,65 millones; y La Gomera, con 2,11 millones.
En el periodo estudiado, Canarias ha contabilizado 25 fenómenos meteorológicos extraordinarios con más de cien siniestros indemnizados por el Consorcio de Compensación de Seguros. Esos 25 fenómenos ocasionaron pérdidas por valor de 239 millones de euros, el 88 % de todo lo indemnizado por la sociedad púbica, a pesar de que representan solo el 6,7 % del tiempo analizado.
El estudio precisa que aunque en los datos del Consorcio no tiene tanto peso, "el viento supone un riesgo de primera magnitud para las islas", como demuestra el temporal de enero de 1999.
Ese episodio generó indemnizaciones por ocho millones de euros, una cantidad que no destaca en la serie, pero al margen de la cobertura del Consorcio se contabilizaron daños de 156 millones en los cultivos agrícolas.
Este estudio sugiere que el volumen de pérdidas contabilizado en esta dos décadas "hace evidente dos problemas" en Canarias: "la alta fragilidad de las infraestructuras ante determinados eventos, como puso de manifiesto el paso de la tormenta tropical Delta, y fundamentalmente la ocupación de sectores con un elevado riesgo de inundación, como puede ser el frente marítimo de Santa Cruz de Tenerife, donde las pérdidas del temporal de enero de 1999 se establecieron en 14 millones de euros".