El 40% de los casos de cáncer se puede evitar si se elimina el consumo de tabaco, alcohol y la obesidad

“El 40% de los tumores malignos son evitables si se elimina el consumo del tabaco y el alcohol, así como la obesidad”, afirma el oncólogo radioterápico de Hospital Parque Pedro Valle.

 Coincidiendo con la celebración, el próximo lunes, del Día Mundial contra el Cáncer, Pedro Valle insiste en la necesidad de concienciar a la población de la importancia de adoptar patrones de vida saludables de cara a la prevención de esta patología, que es en estos momentos la tercera causa de defunción, por detrás de las enfermedades cardiovasculares y las patologías respiratorias.

 Explica que el  tabaco es responsable del 33% de los tumores, mientras que en el caso del alcohol se sitúa en el 12%. A esto se suma la obesidad, que a nivel nacional afecta al 17% de la población, y que es la causante de uno de cada 20 casos de cáncer.

 Los cada vez más extendidos malos hábitos, junto a los programas de detección precoz y la medicina preventiva hacen prever que el 50% de los hombres y el 33,33% de las mujeres padecerán algún tipo de cáncer a lo largo de su vida en España. Sin embargo, afirma el oncólogo radioterápico de Hospital Parque, esto irá unido a una tendencia al alza de la supervivencia, situada en estos momentos en torno al 53% a cinco años.

 El cada vez mayor conocimiento de las alteraciones moleculares relacionadas con la aparición de tumores, junto al uso de nuevos fármacos que pueden bloquear dichas alteraciones, especialmente cuando actúan sobre el sistema inmunológico del paciente, son algunos de los factores que están contribuyendo a aumentar la esperanza de vida de los pacientes oncológicos.

Crece un 50% la supervivencia

 A nivel nacional, existen alrededor de 1.500.000 supervivientes de cáncer en España y se prevé que para el próximo año se registre un incremento del 50%. En este sentido, Pedro Valle señala que los tumores con más incidencia en España, como los colorrectales, de próstata y mama, están evidenciando avances significativos en su tratamiento y en los programas de detección precoz, con porcentajes de supervivencia a cinco años del 60%, 89% y 83%, respectivamente.

 Matiza que la atención de los supervivientes del cáncer representa una etapa más del cuidado continuo del paciente oncológico y supone un reto para que la oncología recupere el liderazgo en el cuidado integral de estas personas. Señala que juega un papel clave de cara a la detección de recaídas curables o la aparición de otros tumores primarios, la monitorización de complicaciones del tratamientos, así como la valoración de la susceptibilidad genética para padecer otros tumores. A ello, añade, se suma el soporte psicosocial.

 Asimismo, señala que los cuidados de los supervivientes deben ir acompañados de procesos de rehabilitación, que permitan optimizar el potencial de salud del afectado, al mismo tiempo que se debe intensificar la vigilancia ante posibles recaídas y realizar una intervención precoz sobre las complicaciones  relacionadas  con  el cáncer y su tratamiento. Por otro lado, insiste en la necesidad de favorecer la normalización del acceso al trabajo y a las actividades de la vida diaria.