HISTORIA
El ADN en una pipa de hace 200 años encontrada en EE.UU. revela detalles de la vida de una esclava
Su linaje está vinculado a la actual Sierra Leona, en África occidental
¿Qué diría a los científicos una cánula rota de una pipa de arcilla hallada entre los restos de galpones en una antigua plantación de tabaco? Pues, un grupo de arqueólogos y genetistas de Estados Unidos ha demostrado que puede ser un testimonio sustancial para la historia y la antropología del siglo XIX.
La cánula, que pertenecía a una mujer esclava de una estancia en las afueras de Annapolis (Maryland) que vivía en un barrio de esclavos hace aproximadamente 200 años, tiene unas marcas, tras apretarla con sus dientes mientras estaba trabajando.
El frágil hallazgo quizás no sirva siquiera para exponerlo en un museo, pero guardó algo que nunca podrían imaginar los científicos: el ADN de esa esclava. Ante todo, el material génico permitió determinar que se trata de una mujer. Además, su linaje está vinculado a la actual Sierra Leona, en África occidental, y probablemente pertenecía al pueblo Mende, que vivió durante siglos en ese país.
Para llegar a esta última conclusión, los investigadores compararon la secuenciación hecha (PS96) con las colecciones disponibles de ADN de quienes habitan ahora 9 países africanos que tienen costa atlántica.
Todos estos descubrimientos han sido sistematizados en un artículo que Journal of Archaeological Science ha publicado esta semana. Según los autores, posiblemente ha sido la primera vez que se establezca una conexión física entre un viejo objeto, una persona en el pasado y un grupo de personas en otro continente del que provenía.
Estableciendo conexiones con África
La arqueóloga jefa de la Administración de Carreteras de Maryland, Julie Schablitsky, quien participó en la investigación, dijo a The Washington Post que "sabíamos que ello era tan vanguardista, que podría ayudar a los arqueólogos en el futuro".
"En este contexto particular y desde ese período de tiempo, creo que ha sido el primero", valoró la profesora asistente Hannes Schroeder, de la Universidad de Copenhague, que también formó parte del grupo.
"Poder obtener el ADN de un objeto como este es bastante emocionante", agregó. "También es emocionante para las comunidades descendientes" de aquellos esclavos, a las quienes la tecnología permite establecer una conexión tanto con el sitio histórico, como otra, retroactiva con África, explicó.
Según el propio artículo científico, se trata de una "herramienta viable para abordar preguntas sobre comunidades y orígenes ancestrales". Los hallazgos hechos en Maryland "tienen el potencial de conectar a los descendientesactuales con las casas de sus antepasados".
El lugar donde se encontraban los galpones fue descubierto en el 2015 durante una excavación en la antigua plantación de Belvoir. Se estimó que los esclavos vivieron allí entre 1736 y 1864.