El Cabildo de Gran Canaria compromete 200.000 euros para rehabilitar el edificio cedido a Pequeño Valiente para una casa hogar para familias de enfermos
Pequeño Valiente se lanza a la captación de fondos para acometer las obras en este inmueble de un millar m2 distribuidos en tres plantas
Pequeño Valiente se ha lanzado a la búsqueda de fondos para rehabilitar el edificio que el Cabildo de Gran Canaria ha puesto a su disposición para una casa hogar para familias afectadas por una enfermedad oncológica infantil, una rehabilitación que costará en torno a 600.000 euros y para la que ya cuentan con 200.000 comprometidos hoy por el presidente insular, Antonio Morales, durante la presentación del anteproyecto arquitectónico de adaptación del inmueble.
Las familias con niños enfermos de otras islas se ven obligadas a trasladarse a Gran Canaria “sin nada”, sin coche, sin cama y sin el resto de la familia, una situación difícil que Pequeño Valiente se ha propuesto mitigar con un hogar situado junto a su centro multidisciplinar -habilitado en un edificio también cedido por el Cabildo-, que ocupará tres plantas con ocho habitaciones y espacios amplios para que las familias compartan sus momentos y se apoyen mutuamente en su difícil trance, explicó el presidente de Pequeño Valiente, José Jeréz, junto a la representante de RIU, Josefa Pérez, a quien transmitió su agradecimiento como primera empresa implicada en las acciones de la entidad.
Jerez explicó que el servicio previsto es novedoso a nivel nacional, puesto que será completo, incluido el transporte desde el aeropuerto y al Hospital Materno, y además habrá una persona noche y día en el hogar para atender a las familias en sus necesidades y en los momentos más difíciles.
“Queremos tapar el sol con un dedo”, apuntó Jeréz, ya que también esperan albergar en sus habitaciones a alguna familia africana o incluso de Venezuela. Asimismo, tras agradecer el apoyo del Cabildo de Gran Canaria instó a otras instituciones públicas a sumarse, ya sea el Gobierno regional, con el que se pondrá en contacto, como los Cabildos de Lanzarote y de Fuerteventura, ya que muchas de las familias proceden de estas islas. Lanzarote es la isla que más cáncer infantil registra tras Gran Canaria, y cada año afecta a ocho familias que se suman a las de años anteriores, pues los procesos no solo son penosos, sino largos, e incluyen rehabilitación, revisiones, etcétera.
El presentador de televisión Roberto Herrera, implicado con la entidad desde hace años, rememoró la época en la que su familia se tuvo que hacinar en una habitación de Madrid debido a celiaquía de su hermano, de la que entonces había muy poca información, y por ello no duda en volcarse, algo que agradece a su empresa, Televisión Española, y también a las otras cadenas, Antena 3 y la Televisión Canaria, así como al resto de medios por su implicación en trasladar las necesidades de la entidad y la gala que cada año organizan para recaudar fondos. La próxima está prevista para el mes de octubre y será para lograr el dinero necesario para acometer la rehabilitación, del que ya cuentan con el tercio comprometido hoy por el Cabildo grancanario.
La voluntaria y arquitecta Lara Martínez fue la encargada de presentar el anteproyecto que recuperará la arquitectura tradicional canaria y la adaptará a los nuevos usos, incluidos ascensor y servicios accesibles, todo diseñado en torno al bienestar de las familias y cubrir sus necesidades en este inmueble de un millar de metros cuadrados situado en Bravo Murillo.
El “cáncer no espera” y si difícil es llegar, más difícil es mantenerse, por eso José Jerez no solo reclamó la implicación pública y privada a través de donaciones para ejecutar la obra, sino en forma de apadrinamientos para las habitaciones, ya que los costes fijos son cada vez más importantes.
Pequeño Valiente agradeció al Cabildo que, siendo una entidad insular, se haya abierto a las necesidades del resto de las islas, una gratitud a la que Morales respondió que se trata de pura “correspondencia por lo que hacen por la sociedad canaria”, a lo que agregó que el edificio estaba en desuso y ahora tendrá un “fin extraordinario”.