AVIACIÓN
Eather One, el avión eléctrico que podría funcionar gracias a la fricción de las alas durante el vuelo
El diseñador Michal Bonikowski ha creado el Eather One, un avión eléctrico que podría funcionar gracias a la energía generada por la fricción de las alas durante su movimiento en pleno vuelo, informa el portal Sustainable Skies.
"Disfruto de todos los intentos de revolucionar la aviación", confiesa Bonikowski. "Últimamente he estado pensando mucho en esto y en qué podría pasar si Airbus (¿por qué no Boeing o Embraer?) quisiera crear un avión eléctrico", añade.
En este sentido, indica que todos saben que el principal problema de esta empresa es el peso de la batería. "Pero el aire está lleno de electricidad que se puede recuperar mediante la fricción generada por el avión en vuelo", señala el diseñador de aeronaves, que acumula dos décadas de experiencia y numerosos premios en su haber.
Eather One uses friction between the air and high speeds of the jet as its primary source of renewable, on-demand energy. https://t.co/Td0Vp5t07h pic.twitter.com/juCehjpkbH
— Skies-of-Glory (@violetpilot1) May 22, 2020
"En las alas, durante el vuelo, en lugar de tanques de combustible se pueden instalar nanogeneradores triboeléctricos que, utilizando las vibraciones de la estructura y la fricción generada por la flexión de las alas durante el vuelo, pueden generar la energía necesaria para alimentar varios motores eléctricos más pequeños", explicó.
Bonikowski asegura que la eficiencia energética de este tipo de sistemas ya es lo suficientemente grande como para ser utilizada en esta clase de máquinas. En particular, destacó que el paquete de baterías necesario para el transporte solo debe satisfacer la necesidad del despegue y del aterrizaje.
"El vuelo en sí podría generar la energía necesaria para mantenerlo y, probablemente, para cargar las baterías", agregó el diseñador de aviones, que se inspiró parcialmente en el Maveric del fabricante europeo Airbus, una aeronave de fuselaje integrado con dos motores en la cola que reduciría las emisiones de carbono en un 20 %.