¿Qué es la Divina Providencia?

Así como el Padre Dios creador del Universo entero, ha fructificado su creación, también tiene cuidado de ella. La Divina Providencia, se le atribuye precisamente tal condición de proveer las necesidades de sus creyentes según su perfecta voluntad. 

Su simbología representada por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, confiere la fortaleza y potencia de su majestad. 

El padre, hecho carne, es decir, en el hijo y, el espíritu santo nuestro eterno consolador y el medio por el cual llegamos a conectarnos con la deidad. 

Cuando usted, reza la oración de la Divina Providencia, se está refiriendo a la Santísima Trinidad, es decir, las tres divinas personas de Dios Padre el creador. 

Le invitamos a conocer más, acerca de la amplitud de este gran misterio que es Dios es esencia. Bienvenidos (as).  

La Divina Providencia y su expresión 

• Los ángeles 

Representan los intercesores ante las peticiones que sus feligreses imploran. Los ángeles adoran la Padre y quienes estamos en la tierra, tenemos la potestad de ser llamados hijos de Dios, de manera que nuestra comunión con el Padre es directa. 

No obstante, en la imagen que refiere la Divina Providencia, se halla la presencia de ángeles adoradores, y contempladores de la máxima divinidad. 

Entre las consideraciones de petición descritas en la oración a la Divina Providencia se entra el vestido, salud, bondad, sustento, virtudes y el privilegio de disfrutar de los últimos sacramentos (matrimonio y extremaunción). 

• El Padre

Sentado en las alturas, con su vara de autoridad, ubicando en frente de su amado hijo (Jesucristo), nos lleva a contemplarle como el Gran Padre, el Señor de Señores, quien desde su trono gobierna TODA la creación. La imagen que refiere este valiosa triada, expresa su sabiduría y conocimiento, a partir de una apariencia longeva. 

El padre es la plenitud, quien lo llena TODO en TODO y gobierna desde su trono, por quien subsiste la creación y quien concede los deseos del corazón de la humanidad, según su perfecta voluntad. 

• El Hijo

Es el verbo, el mismo Dios hecho carne; quien padeció TODA dolencia y vicisitud (tal cual la humanidad), siendo tentado en TODO y no hallando pecado en Él. 

Su representación simbólica está a la derecha de Dios padre Todopoderoso, desde allí, gobierna e intercede ante el Padre para conceder las peticiones de sus feligreses en la tierra. 

¿Porqué el hijo? Porque Él puede comprender las tribulaciones por las que pasa la humanidad, ya que hubo de participar en ellas, mientras estuvo en la tierra. 

• Espíritu Santo

El gran consolador, quien, al partir Jesucristo de la tierra de los vivientes, nos ayuda a acércanos al divino trono de la Gracias de Dios.

La representación simbólica en la Divina Providencia es la paloma blanca, ubicada entre el Padre y el Hijo.

Recordemos que cuando Jesucristo fue bautizado descendió el espíritu en forma de paloma.  “Y Jesús, después que fue bautizado, subió inmediatamente del agua; y he aquí, los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y se posaba sobre él. “Y he aquí, una voz de los cielos que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco” (Mateo 3:13, 16–17). 

Conectar con la divina providencia es acercarse a hallar el merecido reposo y descanso, ante las complejidades que la humanidad en su naturaleza caída vive a diario.

La fuente de toda sabiduría, es el temor a Dios Padre. Si habremos de aprender tal principio bíblico, sabremos vivir en este mundo, con la convicción que nuestra vida, no se limita a este mundo, sino que existen una eternidad.