Detenida la vicepresidenta del Parlamento europeo, socialista, cómo no, Eva Kaili, la estrella de la Eurocámara, con bolsas de billetes en casa

Eva Kaili, vicepresidenta del Parlamento Europeo, pasó ayer a disposición judicial por las autoridades belgas bajo los cargos de corrupción y blanqueo de capitales en una trama pagada, supuestamente, por Qatar. La socialista tenía en su casa bolsas repletas de dinero, según informaciones del diario belga 'L'Echo', que recoge AFP. El mismo medio ha informado esta tarde de que el padre de Kaili también ha sido detenido mientras trataba de huir con una maleta con billetes, tras un supuesto aviso de sus cómplices.

Finalmente, este sábado, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha anunciado la suspensión de «todos los poderes, tareas y competencias» de la política griega. Sin embargo, no le han retirado todavía el título de vicepresidenta, ya que es competencia del pleno de la cámara.

La red intentaba influir en la política europea a favor de este país a través de sobornos en forma de dinero y regalos. De forma inmediata Kaili fue expulsada del partido socialista Pasok-Kinal a instancias del presidente de la formación, Nikos Androulakis, que también ha solicitado que entregue su escaño parlamentario y ha declarado en medios nacionales que la socialista actuaba como «caballo de Troya de nueva democracia», partido de la oposición que actualmente gobierna el país.

Kaili es ingeniera civil y arquitecta y, en la actualidad, está realizando un doctorado en política económica internacional. Fue diputada en el Parlamento griego durante la legislatura de Yorgos Papandreu y es diputada del Parlamento Europeo desde 2019 y, desde hace unos pocos meses, ostenta una de las 14 vicepresidencias de la institución.

Fue nombrada persona del año 2011 por el conocido medio alemán 'Der Spiegel' y, en 2018, entró en el ranking Woman who shapes Brussels de 'Politico'. Además, fue periodista entre 2004 y 2007 de la cadena privada MEGA Channel, medio que siempre ha sido el altavoz de la formación socialista. Su carrera política se inició de la mano del díscolo político socialista Evangelos Venizelos, al que siempre ha estado vinculada. En el año 2011 Kaili fue portada en varios medios de comunicación internacionales por poner contra las cuerdas al entonces Primer Ministro, Yorgos Papandreu, durante la votación parlamentaria para aprobar el referéndum del plan de rescate, donde dejó al partido socialista al límite de la mayoría absoluta.

No es la primera vez que la parlamentaria socialista se manifiesta abiertamente en contra de las decisiones de los líderes de su partido. Las relaciones con el actual presidente de la formación son tensas, sobre todo en lo relativo al escándalo de las escuchas de políticos que ha azotado al país en los últimos meses y donde la socialista se ha posicionado siempre a favor de Nueva Democracia.

La operación policial, que tuvo lugar la tarde del 9 de diciembre, llevó a cabo el registro de 17 domicilios, y se saldó con varias detenciones, entre ellas destaca la de la propia diputada griega en cuyo domicilio. Su inmunidad como parlamentaria se ha visto comprometida durante la detención debido a que la legislación establece que los diputados la pierden en caso de flagrante delito. Junto a ella han sido detenidos otros cuatro políticos y un asistente parlamentario que es, además, la actual pareja de Kaili.

Aunque la Fiscalía belga no ha hecho pública la nación que está detrás de la trama, el discurso que dio la eurodiputada el pasado 21 de noviembre en el pleno del Parlamento Europeo defendiendo la política de Qatar y en que llegó a afirmar que el anfitrión del Mundial «es un abanderado de los derechos de los trabajadores», ha provocado que muchos medios nacionales e internacionales hablen abiertamente de que se trata de este país del Golfo Pérsico.

La detención de Kaili se produce meses antes de las reñidas elecciones parlamentarias en Grecia, lo que, sin duda, tendrá consecuencias negativas para la formación socialista que, con total seguridad, será testigo de un descenso en la intención de voto en las encuestas a favor de la izquierda de Syriza.