VOLCÁN DE LA PALMA
La catástrofe de 2021 pilló al Cabildo sin tener aprobado el Plan de Riesgo Volcánico que presentó dos años antes
La asociación Tierra Bonita, editora de Elvalledearidane.com, diario solidario sobre la actualidad relacionada con la erupción volcánica, posible gracias al libro 'Las otras historias del volcán', pone a disposición los reportajes de investigación que con motivo del segundo aniversario de la erupción está publicando en torno a los motivos por los que no se evacuó a la población antes de la catástrofe de 2021.
DOS AÑOS DE UNA ERUPCIÓN SIN EVACUACIÓN PREVIA: EN BUSCA DE LA VERDAD
La catástrofe volcánica de 2021 en La Palma se produjo sin que el Cabildo, entonces presidido por Mariano Hernández Zapata en pacto PP-PSOE, tuviera aprobado el Plan Insular de Actuación frente al Riesgo Volcánico, cuyo borrador o avance había sido presentado por la corporación insular en 2019 en rueda de prensa, tras ser encargado a la Universidad de La Laguna. Eso hizo que este importante documento, que no se publicó en internet, no estuviera en vigor cuando más se necesitaba y en la isla donde los volcanes habían dado señales de mayor actividad en el siglo XX.
En cualquier caso, este trabajo fue el utilizado por el Cabildo para elaborar un tríptico con información y consejos a la población ante la reactivación volcánica de Cumbre Vieja antes de la erupción de 2021, y el cual puede encontrarse en el siguiente enlace del Ayuntamiento de Mazo:
https://villademazo.com/wp-content/uploads/2021/10/Folleto_ciudadania_PAIV.pdf
La reproducción completa del tríptico es la siguiente:
Un plan que hubiera acertado sólo parcialmente con la erupción de 2021
En este documento el mapa de zonas más amenazadas difería de manera llamativa de las identificadas por anteriores planes mencionados en el capítulo 1 de esta serie de reportajes, pues en este Plan Insular de Actuación la zona que fue sepultada por la lava en 2021 aparece en su mayor parte con una “baja” amenaza, lo que claramente podía inducir a decisiones equivocadas a la población que vivía en esa zona, generando una falsa seguridad de que en buena parte del Valle de Aridane no había que preocuparse demasiado por los volcanes.
Pero no hay más que observar las erupciones históricas para observar que una de ellas, en 1430, la del volcán de Tacande, arrojó sus coladas muy al norte en Cumbre Vieja. Y 1430 es una fecha muy reciente en el tiempo geológico, aunque para el fugaz ser humano parezca antediluviana.
Un mapa cuestionable
El mapa de zonas de riesgo volcánico que contiene el Plan de Actuación para La Palma acertó a medias, porque parte de la zona afectada por las coladas de lava del reciente volcán, la situada más al norte del valle de Aridane, estaba marcada en este documento con una amenaza «baja», como muestra el gráfico extraído del trípico citado:
Por otra parte, fuentes vulcanológicas consultadas han mostrado su sorpresa acerca de este mapa por que el riesgo muy alto, señalado en color rojo, solo se aplica a la cima de Cumbre Vieja, cuando a la vista está que la gran pendiente y la relativa estrechez de esta dorsal hacen que las coladas de las erupciones lleguen fácilmente al mar.
I LOVE THE WORLD
La presentación en rueda de prensa del avance de este documento, en 2019, puede verse en el siguiente vídeo de TV La Palma, en el que el Cabildo palmero contó con la participación de la directora del trabajo, la geomorfóloga Carmen Romero, de la (ULL), experta en vulcanismo histórico; y Jaime Diaz Pacheco, experto en planes de emergencia territorial:
Romero advirtió de que en vulcanismo hay una elevada incertidumbre, pero que el área más probable de una erupción era Cumbre Vieja, una conclusión por otra parte obvia, aunque venía a poner de relieve que en la mitad norte de la Isla la propia naturaleza deja claro que el magma ya no supone una amenaza digna de mención. Pero no así la mitad sur de la isla, donde también la madre naturaleza, en forma de vulcanismo reciente, daba señales de por dónde se ha movido los volcanes en los últimos siglos.
Expertos de la ULL elaboraron el plan
Carmen Romero y Jaime Díaz, de la ULL, en 2019, cuando presentaron el plan
En febrero de 2019, la Universidad de La Laguna informó que el Plan Insular de Actuación ante el Riesgo Volcánico de La Palma (PAIVPAL) iniciaba su andadura, promovido por el Cabildo palmero, con el apoyo de, por un lado, la ULL a través de su Cátedra Reducción del Riesgo de Desastres Ciudades Resilientes y, por otro, Cruz Roja Española, que desarrolla el encargo explícito de planificar la materia de albergue y abastecimiento.
El equipo de la cátedra universitaria está integrado por su director, Pedro Dorta Antequera, y colaboradores con experiencia en el desarrollo de planes de emergencia territoriales, como el citado Jaime Díaz Pacheco y Abel López Díez. Al equipo se sumaron especialistas en vulcanismo histórico en Canarias como la mencionada Carmen Romero Ruiz, y Cayetano Guillén Martín. También participaron jóvenes investigadores en formación con experiencia en el desarrollo de este tipo de planes, como José Ángel Rodríguez Báez y Raquel Perestelo Abreu. Todos ellos, vinculados al Departamento de Geografía e Historia de la ULL.
El Cabildo de La Palma, que había iniciado el proceso de revisión de su actual Plan de Emergencias Insular (PEIN), decidió a mediados de 2018 acometer la redacción del Plan Insular de Actuación Volcánica. En una nota de prensa de la ULL, en febrero de 2019, se afirmaba que el Cabildo palmero daba este paso «consciente de la alta latencia del riesgo volcánico en la isla, señalada en el propio PEVOLCA y confirmada por la ciencia en este campo», pues «una reciente serie de eventos sísmicos de baja intensidad terminaron de confirmar la necesidad de poner en marcha todos los mecanismos de preparación que estén al alcance de todas las administraciones»..
Según ese comunicado de la ULL, por aquellas fechas, a principios de 2019, el Plan de Actuación para La Palma se encontraba «en su fase final y se planifica su envío al pleno para su aprobación y envío a homologación durante los próximos meses». Por entonces se estaba «redactando el subplan de comunicación a la población, así como el capítulo de implantación, a través del cual se establecen los tiempos y la forma en que el plan debe ser entrenado, sobre todo en lo que se refiere a procesos de información, formación, adiestramiento, preparación de recursos, etc. los cuales se desarrollan principalmente en situaciones de calma eruptiva, prealerta o semáforo verde».
Un nonato Plan de Prevención de Riesgos en 2016 que erró también en su previsión para el Valle de Aridane
Por otra parte, consta que el Cabildo de La Palma inició la elaboración de un Plan Territorial de Prevención de Riesgos, del que existía un documento inicial estratégico en junio de 2016 y el cual nunca recibiría aprobación definitiva ni, por tanto, entraría en vigor.
En este borrador del plan nuevamente el mapa de riesgo volcánico resulta enormemente extraño, al poner “riesgo bajo” aparte de Cumbre Vieja y “moderado” o “bajo” al Valle de Aridane, justo donde en 2021 las coladas del volcán arrasarían todo cuanto encontraron a su paso.
En este intento de plan se advierte de que el Texto Refundido de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana, aprobada por Real Decreto Legislativo 7/2015, de 30 de octubre (TRLS/2015), en su artículo 20.1.c) se exige “atender en la ordenación que se haga de los usos del suelo, a los principios … de prevención de riesgos naturales y de accidentes graves, de prevención y protección contra la contaminación y limitación de sus consecuencias para la salud o el medio ambiente”.
Por consiguiente, el plan tenía que establecer medidas preventivas, entre ellas un “estudio específico de riesgos existentes y sus componentes a nivel de detalle municipal. Análisis, evaluación y propuestas de tratamiento del riesgo a nivel de detalle. Mapas detallados a escala municipal”.