El Cabildo de Gran Canaria alerta del riesgo para las Islas de los permisos de Marruecos a empresas israelíes para buscar petróleo y gas cerca de Canarias

El pleno rechaza las autorizaciones y alega también que vulnera la legalidad internacional al tener lugar frente al Sahara Occidental
El Cabildo de Gran Canaria aprobó hoy en pleno rechazar la decisión del Reino de Marruecos de autorizar a empresas israelíes para la exploración y explotación de recursos naturales marinos, fundamentalmente petróleo y gas, en aguas del Sahara Occidental próximas a Canarias por considerar que la medida es contraria a la legalidad internacional, contribuye al expolio de un territorio sujeto a un proceso de descolonización guiado por las Naciones Unidas y pone en riesgo los intereses insulares.
La moción presentada por Nueva Canarias – Frente Amplio Canarista (NC-FAC), que salió adelante con el apoyo de CC y PP y la abstención de PSOE y VOX, recalca que “esta política de hechos consumados en aguas cercanas a Canarias perjudica extraordinariamente los intereses de Canarias y pone en peligro su ecosistema, su actividad económica fundamental, que es el turismo, y su seguridad”. A propuesta de CC, se agregó un punto más para reconocer el derecho de la población canaria a tener cauces para mostrar su opinión sobre asuntos estratégicos trascendentales.
El acuerdo incluye instar al Gobierno de Canarias, al Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de España y a la Presidencia de la Comisión Europea a ejercer las acciones correspondientes para salvaguardar los intereses de Canarias, especialmente su ecosistema, respetando las recientes sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Según se especifica en la propuesta elevada a la sesión plenaria desarrollada hoy, Marruecos aprobó el mes pasado una licencia de exploración de hidrocarburos para la empresa israelí NewMed Energy en un área de 34.000 kilómetros cuadrados, algo más extensa que Cataluña o Bélgica, en aguas del Sáhara Occidental y colindante con las aguas de Canarias.
“La decisión, publicada en el Boletín Oficial marroquí el 17 de febrero, pone de relieve el empeño de Rabat en explotar los recursos naturales del Sahara Occidental y su relación cada vez más estrecha con Israel, en absoluto alterada por la guerra de Gaza”, expone.
“Llevamos mucho tiempo identificando un enorme potencial en Marruecos (se refiere al territorio ocupado del Sáhara Occidental) y el anuncio de hoy forma parte de un amplio movimiento estratégico que convertirá a NewMed Energy en el principal actor energético de la región del Mediterránea Oriental y Norte de África”, declaró a la prensa Yossi Abu, director general de la empresa, hace ya dos años.
Análisis geológico y geofísico durante 30 meses
La propuesta detalla que “el extenso permiso de exploración ‘offshore’ es compartido por NewMed Energy, perteneciente a Delek Group, con Adarco Energy, propiedad del empresario judío-marroquí Yariv ElBaz, empeñado desde hace años en ahondar la relación entre Marruecos e Israel. Cada una de las dos compañías posee el 37,5% mientras el 25% restante estará en manos de la empresa pública marroquí Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (ONHYM)”.
“El acuerdo para conceder el bloque marítimo denominado como ‘Bojador Atlántico’ quedó cerrado en diciembre de 2022, según reveló entonces el digital israelí Globes especializado en información económica. Han transcurrido más de dos años para que se publique en el Boletín Oficial con la firma de la ministra de Transición Energética, Leila Benali. Ahora las compañías pueden empezar a operar primero efectuando un análisis geológico y geofísico durante 30 meses y, si los resultados son positivos, iniciarán después las primeras perforaciones de exploración”, recalca.
La licencia es de, en total, ocho años. El subsuelo en aguas del Sahara Occidental tiene las mismas características geológicas que en las áreas marítimas cercanas a Mauritania y Senegal en las que se ha descubierto gas.
“Los 17 bloques en los que se divide Bojador Atlántico están próximas a las aguas canarias, correspondiendo la licencia concedida a una Zona Económica Exclusiva (ZEE) que Marruecos se adjudicó unilateralmente en enero de 2020, careciendo de validez no solo porque está en aguas del Sáhara Occidental, territorio ocupado pendiente de descolonización por múltiples resoluciones de la ONU, sino porque el gobierno de Marruecos ni siquiera la ha comunicado a Naciones Unidas su decisión unilateral que modifica la delimitación vigente que es la que depositó en la ONU en 1981”, señala la moción aprobada.
Aunque no sea válida, la ampliación marítima, aprobada en 2020 mediante dos leyes, suscitó preocupación en España porque se solapa con la ZEE reivindicada por Canarias. Consciente del malestar en España, el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, intentó mitigarlo declarando tras la votación en el Parlamento: “No queremos imponer un hecho consumado y estamos dispuestos al diálogo con España en el marco de nuestros derechos esenciales y soberanos”, tal y como se apunta igualmente en la resolución plenaria insular.
“Aunque se han celebrado varias reuniones, no se ha avanzado en la delimitación de las aguas territoriales canarias. Más al sur, en aguas del Sáhara Occidental, Marruecos acordó en 2021 otorgar otra área de explotación a dos empresas israelíes, primero a Ratio Petroleum, con un 70%, a la que se ha añadido después Navitas Petroleum”, se especifica.
El bloque denominado Dajla-Atlántico tiene 109.900 kilómetros cuadrados y es más extensa que Castilla y León o Portugal. Las concesiones de la licencia no han sido aún publicadas en el Boletín Oficial, por lo que las compañías no pueden todavía explorar en esas aguas.
“La apuesta de Marruecos por Israel en el Sáhara Occidental obedece a, entre otros motivos, que las empresas europeas no pueden invertir en el territorio ocupado ilegalmente por Marruecos tras las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europa, ya que la judicatura superior europea canceló, en octubre pasado, los acuerdos de pesca y asociación con Marruecos porque incluían al Sáhara Occidental sin que su población autóctona hubiera dado su consentimiento”, se apunta.
“Además”, concluye, “hay que reiterar que el territorio del Sahara Occidental no pertenece al Reino de Marruecos que lo ocupa ilegal y violentamente desde 1975, y que es un territorio no autónomo reconocido por las Naciones Unidas desde 1963 y sujeto a un proceso de autodeterminación a través de un referéndum, tal y como establece la Carta de Naciones Unidas”.