¿Cómo no endeudarse con las tarjetas de crédito? 5 consejos para conseguirlo

Las tarjetas de crédito son un producto muy útil que pueden ayudar a sus titulares a salir de más de un apuro económico en algún que otro momento de sus vidas. En muchos casos, se conforma como la mejor solución para acceder a una pequeña línea de crédito sin que tenga que aprobarse esta demanda por parte de las entidades bancarias. No obstante, se corre el riesgo de caer en una espiral de mayor endeudamiento debido a la facilidad de su uso y que propicia que haya que afrontar intereses bastante exigentes. En la mayoría de las situaciones, se trata de tasas superiores al 15 % y en cualquier caso por encima de las generadas en los préstamos bancarios comercializados a través de las sucursales bancarias.

 Este hecho hace que sea muy aconsejable elaborar una lista de prioridades para no caer en un endeudamiento desorbitado que puede hacer tambalear el presupuesto de los demandantes de esta clase de financiación. En este sentido, las estrategias deberán basarse fundamentalmente en un uso racional de las tarjetas de crédito por encima de otras consideraciones.

Las estrategias explicadas son:

1. Operar con tarjetas de débito
2. Controlar los movimientos
3. No saldar deudas a crédito
4. Establecer un límite asumible
5. No retrasar los pagos

Primera clave: operar con tarjetas de débito

 Una de las estrategias que siempre proporciona muy buenos resultados es la utilización preferente de los plásticos en  formato a débito. No solamente se conformarán como una potente herramienta para controlar las cuentas personales, sino que servirán para ahorrarse dinero en comisiones, penalizaciones y otra clase de gastos en su gestión o mantenimiento. Las tarjetas de crédito, por otra parte, tan solo deberán utilizarse ante algún gasto no previsto en el presupuesto familiar:

• una intervención quirúrgica en la sanidad privada
• un viaje junto a familiares o amigos
• un pago con el que no se contaba inicialmente

De esta manera, si se sigue este consejo la deuda estará más controlada y habrá más posibilidades para amortizarla con cierta anticipación con el consiguiente ahorro en intereses y comisiones.

 Al realizar cualquier clase de reservas turísticas o depósitos en los juegos de azar, por ejemplo, siempre es recomendable realizar estos cargos a cuenta con las tarjetas a débito. Aunque en este sentido, es muy importante recalcar que los bonos sin deposito de los mejores casinos online constituyen una estrategia eficaz para no endeudarse. Además, los usuarios podrán jugar gratis en modo de prueba en algunos casinos, en donde el único requerimiento será registrarse correctamente para alcanzar esta recompensa.

Segunda clave: controlar los movimientos

 Para no llevarse ninguna sorpresa negativa es muy importante analizar el estado de la tarjeta de crédito con cierta regularidad con el objetivo de saber en qué momento puede usarse y bajo qué condiciones. Además, al hacerse efectivo un mayor seguimiento de la misma se producirá automáticamente una contención voluntaria en su utilización. Hasta el punto de que sus titulares estarán en condiciones de programar un plan para amortizar el crédito que pasa por establecer un periodo mínimo para saldar deudas con las entidades bancarias. Es la manera más eficaz para pagar menos intereses por la línea de crédito utilizada a través de su tarjeta, aunque sea a costa de disponer cuotas mensuales más elevadas.

 Tercera clave: no saldar deudas a crédito

 Uno de los errores más graves que pueden cometer los usuarios es utilizar este medio de pago para hacer frente a las deudas generadas a través de otra línea de crédito: financiación rápida, consumo o incluso generadas desde la contratación de las hipotecas. En efecto, esta actuación no solo incrementará el saldo deudor, sino que al realizar la operación se estará gastando un dinero de forma innecesaria y con un tipo de interés poco propicio para esta clase de movimientos. Al final no merecerá la pena llevarlo a cabo ya que sus efectos no serán los perseguidos por los titulares de este medio de pago. Sino más bien los contrarios: aumento de la deuda bajo unos niveles muy preocupantes.

Cuarta clave: establecer un límite asumible

 Cualquier plástico de estas características tiene un límite de crédito que pueden elegir los propios usuarios. Para no endeudarse de forma innecesaria la mejor estrategia consiste en optar por los límites semanales o mensuales más bajos. Al fin y al cabo esta actuación en la gestión de la tarjeta conseguirá que la deuda no se eleve por encima de los niveles de protección que necesitan los propios clientes. Tal es la eficacia de esta medida que no se sucumbirá ante la tentación de pagar con este medio de pago excesivas compras o necesidades en el consumo personal.

 En ciertas ocasiones, los titulares de las tarjetas de crédito elevan innecesariamente sus límites para que puedan ser utilizados más tarde con condiciones realmente muy exigentes. Es un error muy frecuente que debe evitarse para no caer en un nivel de endeudamiento que pueda lastrar la economía doméstica por parte de los afectados de llevar a cabo estas actuaciones tan poco recomendables en la gestión de los plásticos de crédito.

Quinta clave: no retrasar los pagos

Ni que decir tiene que otro de los trucos para no llegar a una situación de excesivo endeudamiento se basa en llevar al día los pagos de esta tarjeta. Como consecuencia de esta acción, no cabe duda de que los usuarios evitarán los gastos adicionales que genera esta clase de plásticos en formato a crédito. Además, no puede olvidarse que cualquier retraso en los cargos conllevarán penalizaciones con intereses de hasta al 20 % que serán muy difíciles de sostener en los presupuestos familiares más ajustados.