La teoría del ímpetu mide las relaciones humanas en una selección de relatos profundos y estetizantes
La editorial Caligrama publica La teoría del ímpetu, relatos dispares separados por diferentes hilos narrativos, pero con el común denominador de unos protagonistas que se presentan ante el público lector con caras, escenarios y sucesos que resultan cercanos. Todo lo que se cuenta en la segunda obra de Luis Liquete es reconocible de una forma enormemente única en su estilo. «La inspiración surge de lo que uno ha vivido, leído, soñado, imaginado y de lo que a uno le han contado. De los viajes, las películas, las conversaciones y las obsesiones. Cuando uno mira y quiere ver, oye y también escucha, observa y deja volar la imaginación, piensa y pretende comprender, pueden aparecer las historias. Cada persona que conocemos en nuestra vida es dueña de una colección de historias», afirma el autor.
Un guerrillero, un profesor de Filosofía de León, una abuela resignada a la añoranza... los personajes se miran en el espejo, se enamoran, se meten en líos y experimentan el placer y el dolor de la vida. En La teoría del ímpetu Liquete habla de la dignidad, del amor, de la pena, del odio, de la amistad, del azar y de la necesidad de mantener la esperanza. Y del destino, que desampara y llena de perplejidad, de un azar que va jugando sus cartas.
El autor desea que la persona que lea este libro «recuerde que desde pequeños necesitamos que nos cuenten historias. Que entienda que las historias, como dice Vargas Llosa, son «la verdad de las mentiras», y que, casi siempre, un buen relato nos explica mejor la realidad que la historia misma». Y a través de estos textos se comprueba el sentido de decir y de entender viajando por una literatura creíble, verdadera y enriquecedora, que gira en torno a la personalidad, a las decisiones y a las reflexiones de quienes pueblan las páginas de esta obra.
Notas sobre el autor: Luis Liquete (Villasarracino, Palencia, 1952) es licenciado en Ciencias Químicas e Historia Medieval por la Universidad de Valladolid, ciudad en la que ha residido gran parte de su vida. Fue, primero, profesor de Matemáticas, Física y Química y, más tarde, de Historia y Geografía en diversos centros de Enseñanza Secundaria de Ávila y Valladolid. Tras la publicación de una colección de semblanzas, en las que muchos se podrían ver reflejados, titulada Mis personajes singulares (abril, 2019), vuelve con La teoría del ímpetu.
