El reciclado de la chatarra
Echemos una mirada a nuestro alrededor. Observemos todo lo que nos rodea, todo lo que utilizamos, todo de lo que nos valemos y utilizamos en nuestro día a día.
Somos muchos sobre el planeta. Y somos muchos consumiendo todo aquello que nos hace la vida más fácil y cómoda.
En nuestra vida diaria, el consumo de toda clase de productos, desde los estrictamente imprescindibles, como los alimentos, la ropa, el transporte, etc., hasta todos aquellos que pueden ser considerados superfluos, pero que, en la práctica, nosotros los hemos elevados a la condición, también, de imprescindibles, vehículos, teléfonos móviles, electrodomésticos de todo tipo y un sinfín de productos más, está generando una inmensa cantidad de residuos y deshechos que algunos creen ya en el límite de lo que podemos asumir como un consumo responsable y sostenible en el tiempo.
Es posible que sea así, o no. Y por qué decimos esto. Esto lo decimos porque, si bien es cierto que estamos empezando a agotar nuestros recursos naturales a nivel planetario, no es menos cierto que se están haciendo enormes esfuerzos en reconducir esta situación.
Y una actividad que destaca especialmente en esto último, es una actividad que ya hace mucho tiempo que se viene realizando y que puede ser una enorme alternativa a todo lo anterior: El reciclaje.
La chatarra
Desde siempre ha existido lo que conocemos como recuperadores de chatarra, que es una actividad que se nos antoja absolutamente imprescindible para tratar de mantener el equilibrio entre nuestras necesidades y el medio ambiente.
Además, por muchos y variados motivos, esta actividad es altamente rentable, pero no sólo para quién la práctica, sino para todos en general, al posibilitar retirar, y reconvertir, residuos ya utilizados, en nuevos productos.
La chatarra es aquel material de desecho compuesto por sustancias o trozos metálicos viejos, en especial de hierro, pertenecientes a objetos diversos, máquinas o aparatos en desuso, que pueden ser reciclados.
Reciclar la chatarra
El volumen de chatarra que se genera en la fabricación de todo tipo de productos y, después, en el consumo de los mismos, es extraordinario, y es por eso por lo que reutilizar la chatarra se ha convertido en la principal industria que recicla materiales que no son biodegradables.
Como ya indicamos anteriormente, el negocio del reciclaje de chatarra está implantado en todo el mundo desde tiempo inmemorial, desde antiguas espadas, lanzas, ruedas de carros y similares, en otras épocas, hasta cualquier pieza de las que se utilizan, en la actualidad, por las grandes industrias, en la fabricación de, por ejemplo, vehículos, barcos y un sinfín de productos que utilizan el hierro o el acero, entre otros muchos otros metales.
Cuando los objetos fabricados con ellos caen en desuso, el acero y el hierro, así como el resto de metales, pueden ser reciclados una y otra vez, sin perjuicio de su calidad.
El objeto principal del reciclaje consiste en no agotar recursos naturales, en no generar residuos contaminantes y, también, convertirse, después del correspondiente proceso, en nuevos productos.
En definitiva, reutilizar la chatarra, de forma continuada en el tiempo, nos ofrece enormes ventajas. Económicas y medioambientales.