Que una actuación impulsada por un Ayuntamiento logre repercusión internacional como ejemplo de buenas prácticas no es algo que ocurra todos los días. Si encima se trata de un Plan estratégico destinado a fines sociales y a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos se trata de algo de lo que estar más que orgullosos...
Estos días se celebra el Festival Internacional de Vivienda Social en Helsinki, Finlandia, y la Asociación Española de Gestores Públicos de Vivienda y Suelo (AVS) ha decidido escoger el Plan Integral de Jinamar, en Telde, Gran Canaria, como uno de los proyectos más relevantes (y de éxito) del territorio español...
Hay que recordar que el Plan Integral de Jinamar fue presentado en 2017 como un marco estratégico integral que abarca proyectos en todos los ámbitos posibles: rehabilitación de viviendas y equipamientos, desarrollo formativo, inserción laboral, acondicionamiento de centros sociales, y sobre todo, fomentar la cohesión comunitaria. Todos ellos objetivos que hasta la fecha se están cumpliendo. Un proyecto con un presupuesto de 83 millones de euros hasta el año 2027 aportados entre el Ayuntamiento de Telde, el Cabildo de Gran Canaria, el Gobierno de España y la Comunidad Europea...
Es necesario tener en cuenta que el Valle de Jinamar se constituye como el parque de viviendas sociales más grande de la nacionalidad canaria, y uno de los más grandes del Estado español, con una tasa de desempleo y vulnerabilidad muy elevada. Un parque de viviendas de protección oficial creado a fines de los años setenta y que en un principio carecía completamente de las infraestructuras mínimamente necesarias, como era común por aquellos años: se levantaban edificios, se metían dentro a personas con vulnerabilidad social y santas pascuas. Luego vino la larga lucha por parte del Consistorio, liderado en aquellos años por el alcalde Francisco Santiago, para ir consiguiendo dotar al populoso barrio (residen allí más de 17.000 personas) de colegios, institutos, canchas deportivas y todo tipo de infraestructuras...
Pero llegaron los años duros para el municipio, envuelto en deudas por malos Gobiernos (recordemos el caso Faycán, o los recortes provocados por la era de Cristobal Montoro en el Ministerio de Hacienda), en los que apenas se movió una piedra en el barrio. Todo ello sufrió un vuelco cuando, tras la llegada a la alcaldía de Carmen Hernández y su equipo de Nueva Canarias, se configuró una estrategia para transformar el Valle de Jinamar de arriba a abajo, configurando un barrio amable que fomentase la convivencia y la socialización. No se trataba solamente de rehabilitar las 4.709 viviendas (que también) sino de mejorar la calidad de vida de los vecinos...
Se ha recuperado el Centro Cívico, el Centro de la Infancia, el Polideportivo Juan Carlos Hernández, la Escuela Infantil cerrada durante el Gobierno municipal del Partido popular y CIUCA, se han transformado sus avenidas haciéndolas más seguras tanto para el tráfico como para el peatón, por no hablar de la enorme actuación en proyectos sociales: piso tutelado para madres con menores a cargo en situación de riesgo, talleres de cooperación vecinal, encuentros lúdicos, huertos urbanos, etcétera...
Todo ello realizado con la cooperación y el acuerdo con las distintas asociaciones vecinales del barrio. Son los vecinos los que, en coordinación con las diferentes concejalías implicadas y el concejal del distrito, Servando González, proponen, participan y deciden las acciones a realizar en beneficio del Valle. De ello, los propios vecinos han rebautizado el Plan con el nombre de "Jinamar en nuestras manos". Tal es el sentido de pertenencia al barrio que el Plan ha conseguido fomentar (y lo que resta por hacer)...
El hecho de que este Plan haya traspasado fronteras y llegado tan lejos como ejemplo, representa todo un orgullo, no solo para la Corporación que lo ha logrado llevar a cabo, sino, sobre todo, para los vecinos. Bravo por ellos...