El Colegio de Psicología de Tenerife alerta sobre el aumento de suicidios y la escasez de recursos públicos en el archipiélago
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El Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife alerta sobre el aumento de suicidios en Canarias en los últimos años. En este sentido, muestra su preocupación por la falta de recursos públicos para paliar esta problemática.
En palabras de la decana del Colegio Oficial de Psicología de Tenerife, Carmen Linares, desde el Colegio llevan años reivindicando la necesidad de destinar más recursos públicos a la prevención de este problema. “Es alarmante el número de jóvenes que no pueden permitirse pagar un profesional de la psicología. Es urgente que se amplíe la atención psicológica en la sanidad pública, tanto en las unidades de salud mental como en todos los centros de atención primaria”.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Canarias es la tercera comunidad de España, después de Asturias y Galicia, con más casos de suicidios. En total, durante 2023 se suicidaron en el archipiélago 241 residentes, de los que siete tenían menos de 19 años.
Desde 1999, primer año de la serie histórica del Instituto Canario de Estadística (ISTAC), hasta el 2023, los suicidios han aumentado en un 0,30% su protagonismo dentro de la estadística total de muertes. El suicidio se posiciona así como la causa de muerte no natural más común de Canarias.
Linares señala que el Plan Nacional de Prevención de Suicidios debe reforzarse con medidas de atención temprana. “Para solucionar este problema una de las iniciativas más efectivas puede ser la de incluir la figura del profesional de la psicología tanto en los centros de atención primaria como en los colegios e institutos. Poder tener un acercamiento temprano a los jóvenes en los que detectamos cualquier tipo de señal de alerta podría influir positivamente en el descenso de estas escalofriantes cifras”.
“El suicido no conoce de edades, ni de sexos. Cada vez su impacto es más amplio, afectando a personas de todas las edades y perfiles. La intervención temprana es clave, especialmente en un momento tan vulnerable como la adolescencia, donde se atraviesa una etapa de grandes cambios emocionales. Es fundamental que los profesionales de la psicología estén presentes en todos los entornos donde los niños, niñas y adolescentes se desarrollan, ofreciendo apoyo, orientación y herramientas que les ayuden a afrontar sus dificultades”.
Linares también subraya la importancia de una estrategia integral que involucre a todos los actores sociales, desde la familia hasta las instituciones educativas, pasando por la atención sanitaria. “Necesitamos crear una red de apoyo accesible, donde cada persona que atraviesa una situación de riesgo pueda encontrar ayuda rápidamente. La inversión en recursos públicos para la salud mental no solo es necesaria, sino urgente para evitar que se pierdan más vidas por la falta de atención”.
Además, la decana insiste en que la formación continua de los profesionales y la sensibilización de la población sobre la importancia de la salud mental son fundamentales para erradicar el estigma que aún rodea el suicidio. “Hablar de suicidio no debe ser un tabú. La prevención comienza con la conversación abierta y la disposición a pedir ayuda”, concluye.