Juan Arencibia Rocha
Técnico Comercial y Economista del Estado
Ante la grave situación de la economía mundial y del planeta Tierra, y a requerimiento de varios compañeros y amigos, me he decidido escribir unas líneas sobre el futuro inmediato que se va a vivir en nuestras islas.
Me he limitado a ojear los tres libros que he escrito sobre nuestra realidad y sobre nuestra historia reciente: “Canarias ante el Siglo XXI”( publicado en el año 2001), “Las Islas Canarias: pasado, presente y futuro” (publicado en 2006), y “Episodios Nacionales-La gran crisis actual” (publicado en el año 2008), y a los que me remito para todos aquellos lectores que deseen conocer mi posición sobre nuestra realidad social en esos momentos. En los tres libros me he arriesgado a opinar sobre el futuro inmediato de nuestra economía, poniendo como límite el año 2020, haciendo recomendaciones y dando opinión sobre las medidas adecuadas para defender el futuro de nuestra Región.
Omito describir todo lo que ha ocurrido en este Siglo sobre la economía mundial, europea y española, y me limitaré a centrarme en la situación sanitaria y económica que estamos viendo y viviendo en las prensas especializadas y en nuestra vida diaria.
Todos los organismos internacionales y nacionales están subrayando la recesión o depresión económica que se va a registrar en los meses que restan para acabar el año, siempre con el condicionante de que la crisis sanitaria pueda ser controlable en los próximos dos meses y no se produzca un repunte en el próximo otoño.
La realidad nuestra es mucho más especial por la simple razón de que el turismo es el motor de nuestra Región desde los años sesenta del Siglo pasado. A todos los efectos voy a dar una radiografía o una foto fija, en base a los datos que he recogido del ISTAC, (Gobierno de Canarias) referente a las principales magnitudes de nuestra economía, que recoge los últimos meses de 2020.
El turismo es y ha sido el factor o sector que ha permitido el espectacular desarrollo demográfico y económico en nuestra región.
A comienzo del Siglo XX nuestro censo demográfico registraba un total 358.564 habitantes, (de los cuales el 50% era menor de 20 años y el 6% de edad superior a los 60 años). Esta cifra que se ha elevado a 677,450 en 1,930 y 2,15 millones en 2019. Es decir, se ha multiplicado por 6 en los últimos 120 años, evolución que no creo que se de en muchos países o territorios, habiéndose duplicado en 50 años (desde 1.970).
Otro dato histórico es el total de turistas. En 1.958 la primera cifra registrada fue de 39.500 extranjeros. La última cifra conocida, del pasado año, ha sido de 17 millones, de los cuales 15 millones eran extranjeros. ¿Qué pasará en este 2020 y 2021? Es la gran incógnita del momento, con las diversas situaciones política, sanitaria y económica en los principales países europeos, que aportan el 95% de visitantes a nuestras islas. Afortunadamente, los datos sanitarios en las islas son muy reconfortantes y ya se ha abierto el aeropuerto de Gran Canaria para los vuelos internacionales, como primera medida positiva del Gobierno nacional. Habrá que comprobar el impacto que va a tener en todo el mundo turístico: agencias de viaje, compañías aéreas y sector hotelero y las distintas políticas nacionales en defensa de sus ciudadanos.
Mi impresión la resumo en los párrafos siguientes y se va a referir al comienzo de 2021.
Nuestra cifra básica, el PIB, caerá entre un 20-25%, lo que nos daría un valor del orden de 35-38 mil millones de euros. Si consideramos las estimaciones para los distintos sectores económicos, mi impresión es que los datos de la agricultura e industria se mantendrán; bajará un poco la construcción, pero donde se producirá el bajón va a ser en el sector servicios, por la sencilla razón de que el sector del turismo aporta del orden de 15.000 millones de euros, casi el 30% de su volumen.
Teniendo en cuenta las preocupaciones de los organismos comunitarios y de los 28 países actuales miembros de la UE por la defensa de la sanidad y de los riesgos potenciales de sus ciudadanos, no darán muchas facilidades para que se pueda desarrollar un turismo a la carta de los distintos clientes nacionales. Esto significa que se pretenderá regular y tomar precauciones para evitar nuevos contagios, ya que los antivirales para combatir esta epidemia no están todavía en el mercado.
La moraleja es evidente: los servicios hoteleros en nuestras islas se encuentran sin potenciales clientes hasta dentro de tres o cuatro meses, por lo que la campaña 2020-2021 (NOVIEMBRE -MAYO 2021) va a estar en mínimos históricos. El efecto inmediato va a ser la destrucción de puestos de trabajo, que estimo del orden de 200.000. Esto significa que para esa fecha se habrá duplicado la tasa de paro actual (del orden del 18%).
El impacto social de esta realidad va a ser especial: recordemos los datos del PIB per cápita de 2018, publicados recientemente por los Servicios Estadísticos de la Unión Europea. Estos registran como media de la UE 30.960 euros, para España el dato es 25.727 euros y para Canarias nos dan 20,892, colocándonos entre las 12 Regiones comunitarias con peor coeficiente.
¿Cuál es mi reacción ante este panorama? No tengo capacidad de contra-replicar a una realidad que ya había señalado en otros artículos, y caracterizada por la incomprensión e incompetencia de los gobiernos nacionales y canarios de que nuestra Región no es homologable con ninguna Comunidad Autónoma española ni con ninguna Región Comunitaria.
Nuestra región es la única que está en pleno Océano Atlántico, a más de 1.000 kilómetros de la costa española y a 120 kilómetros de la costa africana, el continente del Siglo XXI.
Es el único Archipiélago que nunca ha tenido la calificación de colonia. Canarias va a entrar ahora en una crisis social sin precedentes: por la tasa de parados y por el elevado porcentaje de población bajo el umbral de pobreza, fenómenos que se han olvidado por los políticos y los estudiosos de nuestra realidad.
El costo de la insularidad, que se contempla en el Articulo 138-1 de nuestra Constitución, no se ha aplicado.
Como remate final, les recordaré la situación de las Islas de Hawai, territorio colonial hasta principios del Siglo XX y que desde mediados del siglo XX ha sido incorporada como el 50 país de la Federación americana, beneficiándose con los fondos federales, que cubren más del 50% de los gastos del sector público; además, tienen un PIB per cápita de unos 30,000 euros.
Juan Arencibia Rocha
Técnico Comercial y Economista del Estado