Podríamos decir: Desde LA NADA o PURA MATERIA, el Cosmo-Poder se formó y, a través del Big Bang y la partícula de Higgs, creó el universo con todo su contenido. Y dio vida a especies inteligentes para que diesen testimonio de la Creación. Sin seres inteligentes, el universo existiría, pero no habría nadie que pudiera dar cuenta de su propia existencia. Por ello, se podría afirmar que el Cosmo-Poder también existiría sin la presencia de seres inteligentes, pero nadie podría testificar sobre la existencia de un universo.
Esta perspectiva filosófica sobre la existencia del universo y el papel de las especies inteligentes da la idea de que el "Cosmo-Poder" creó seres inteligentes para que diesen testimonio de la Creación y sugiere una visión teleológica del universo, donde cada elemento parece ser que tiene un propósito específico en relación con la conciencia y la comprensión.
Pero desde un punto de vista científico, el Big Bang y la partícula de Higgs son conceptos que explican cómo se formaron las estructuras del universo, pero no implican necesariamente un propósito detrás de esas formaciones. La ciencia suele enfocarse en describir el "cómo" de los fenómenos, mientras que cuestiones como el "por qué" suelen ser exploradas en el ámbito de la filosofía o la religión.
La noción de que el universo "no tendría sentido" sin seres conscientes es un tema recurrente en filosofía y religión. Algunos argumentan que el sentido es algo que los seres inteligentes crean a partir de su experiencia y la información que traen en su ADN, mientras que otros sostienen que el universo es indiferente a la existencia de la conciencia.
En última instancia, la relación entre el Cosmo-Poder y la inteligencia parece ser un campo fértil para el diálogo interdisciplinario entre la ciencia, la filosofía y la espiritualidad. La reflexión sobre nuestra existencia y propósito puede enriquecer nuestra comprensión tanto del universo como de nosotros mismos.
Y en todo esto nos preguntamos: ¿Para qué hemos venido? ¿Por qué estamos? ¿Y a dónde iremos? Quizás la respuesta a estas preguntas es que todo es un sueño astral, cuántico y profundo donde soñar es la paradoja universal.
Final. Es fundamental entender que nuestra búsqueda de significado puede ser tanto un viaje personal como colectivo. En la conexión que establecemos con el cosmos, develamos no solo los misterios del universo, sino también los secretos de nuestra propia naturaleza. A medida que exploramos estas preguntas, descubrimos que el acto de cuestionar en sí mismo puede ser una manifestación de la inteligencia que el Cosmo-Poder quiso reconocer, permitiéndonos así ser parte activa de la Creación continua del universo.
