ÚLTIMA HORA

DE LAS MAYORÍAS ENTUSIASTAS A LA JUSTICIA Y AL SENTIDO COMÚN

En la discusión de los borradores de lo que a posteriori sería la Constitución americana, Hamilton señalaba que la el concepto de mayoría per se no podía preponderar a los de justicia y sentido común. He allí uno de los grandes pasajes que dan luces para enfrentar los entusiasmos políticos de jacobinos, bolcheviques, tercera vía, keynesianos, entre otros, indisolubles furibundos profetas que se arman o desarman según vaya viniendo, por la guerra o por movimientos civiles.

Las grandes felonías históricas de data reciente se basan en el criterio a ultranza de la mayoría frente al dictamen de los conceptos de justicia y el sentido común. Para decirlo corto Cuba, Venezuela y Nicaragua son producto del despropósito de unos felones, cuya saña llega a consolidar objetivos de afectar la vida de 300 mil niños en Venezuela al condenarlos a padecer de una afección cognitiva irreversible producto del hambre que han padecido en manos de los sádicos del siglo XXI. Mayoría o justicia y sentido común.

En Cuba el común sigue comiendo estopa cual si fuera exquisitez, y la dignidad femenina queda prendada en alguna calle mal oliente de la Habana para arrancarle a la vida un bocado de comida. Así ahora, nuestras “misses”. Esa es la pura y dramática realidad que los agazapados entusiastas jacobinos/comunistas de Europa y EEUU se placen en dirigir. No sin disfrutar a manos llenas de los palacios romanos en Francia, Italia, Buenos Aires o Paris; Detroit, Chicago o Nueva York. Diría Hamilton eso es “royal prostitution”. Tipos que dicen abogar por los derechos de la mujeres, pero imponen el concepto transgénero en una cosa tan delicada como la belleza del mundo femenino; porque por más que quieran “deseos no empreñan”. Porque Riquez nos ha hecho entender cuán difícil y bello es la comprensión del mundo femenino.

Los entusiastas van a celebrar los aniversarios 60 y 20 de los engendros revolucionarios de Cuba y Venezuela. La Historia les estará muy agradecida por tan nobles y valiosos aportes. No ha bastado el sacrificio de los millones de almas en los experimentos por lograr el Hombre Nuevo en Europa, Asia, África y América. Cuando es necesario vía manu militari, cuando crees que se han integrado a la vida cotidiana van a degradar los conceptos de sentido común y justicia. Con Hamilton no debe tomarse esta descripción a la ligera…las repúblicas sufren de muchas debilidades, y diríamos que solo los conceptos de justicia y sentido común nos salvaran de perecer en las manos de los entusiasta jacobinos y modernos comunistas que solo persiguen esclavizarte ante el pedestal del estado, apostando porque vayas a algún dispensario estatal por tus hormonas o dosis de estupefaciente o psicotrópico. Esa parece que serán los nuevos designios que nos depara este primer cuarto de lo que va de siglo XXI: decidir si seguimos a las mayorías entusiastas o a la justicia y el sentido común.

Bladimir Díaz Borges

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