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DESCARTES (primera parte)

DESCARTES (primera parte)

Si lee esto y su entendimiento está a la altura del de la generalidad, se escandalizará. Lo que a continuación se dice solo lo podrá ¡tolerar! Una mentalidad algo formada. Está advertido.

Hay multituld de personas que habiendo estudiado filosofía son incapaces de utilizar, eso, su formación para exponer criterios personales; y ante tal invalidez, optan por publicar libros, escritos críticos, acerca de otros que sí han tenido la posibilidad mental de una vida enteramente dedicada a producir libros propios. En esta amplia fauna de críticos de la filosofía ya estatuida, hay de todo como es natural; se dividen principalmente en dos grandes grupos: los que se ocupan de las plumas advenedizas que se han amoldado a los intereses políticos y religiosos del momento, en todos los tiempos (Descartes etc.), que son los más, y los otros, los que campan por sus respetos y se ocupan lejos de la ignominia, de plumas fuertes y honradas -en la filosofía y que no se vendieron-, que tiraron de la mano de quien las manejó, y que son los menos.

Pues bien, todos los primeros están de acuerdo en que junto con Kant podríamos nombrar a Descartes como el iniciador del pensamiento moderno. Digo todos, suponiéndolo. Nadie puede leerlos todos, que son a miles. El caso es que esto es mentira. Estos señores no son los padres del pensamiento moderno porque están exactamente en la corriente aristotélica, platónica, pascalina,

etc. Machacando ideas o perfeccionando ideas antiguas para gusto de algunos. Yo lo dudo… que sean padres de nada que no sea un chiquillo.

Los iniciadores del pensmiento moderno fueron Shopenhauer como precursor y Nietzsche como iniciador propiamente dicho hasta que no se demuestre lo contrario. Tanto uno como otro, sí que rompieron con el pasado para decir algo radicalmente distinto y no se les debe robar este mérito. Es una aberración que se catalogue al primero como un tipo con experiencia de a vida, y al segundo como inventor de aforismos ¡¡¡Que injusticia mentirosa y propaganda descalificadora!!! Es tan grande el miedo que le tienen los moralistas al segundo, que ni se nombra. ¿Como pudieron evitar estos dos genios, les segaran el pescuezo en aquellos “delicados” tiempos del siglo diecinueve?

Tiene Descartes una sola idea, ¿importante?: la duda absoluta. Sin embargo no le eximió de demostrar la existencia de Dios, nada menos. Aquí comienza el racionalismo (dicen); someterlo todo a cachondeo hasta que la razón obligue por fuerza a admitir una idea. Yo siempre he oído decir, que a la fuerza no se pueden conseguir, ni amores siquiera.

Este hombre y la gran fama que tenía, y su filosofía, a la magnitud e intensidad del entusiasmo interesó a la reina de Suecia, a tal rigor que estaba fijo dando clases uno, y recibiéndolas la otra. Extrájole de Francia para recibir lecciones de filosofía de él. Fue su fracaso; no haberle podido dar una mínima formación filosófica a la soberana-reina, para conocérsele como gran maestro pero el que mucho no sabe, poco puede enseñar. Y no es porque no trabajaran en el estudio que se proyectaba sin respetar noche ni día; trabajando a tope durante años y por lo menos yo, no conozco un solo postulado sintético de la reina y menos ninguna teoría

La razón como criterio de verdad. ¿Qué es un criterio de verdad? “”lo dijo fulano””, para que la cuestión quede decidida. Siempre que tal autoridad se reconozca. Eso es lo que sucedía en la Edad Media. Bastaba que alguien indicara: “lo dice Aristóteles”, o lo dice la biblia para que se pusiese fin a una disputa. Ahora sería lo dijo Messi o lo dijo Bustamante, Viera o Juan Marrero o un no santo padre,… etc.

Aristóteles, preceptor de Alejandro Magno, extraordinario asesino al que acompañó el filósofo en todas sus campañas de saqueos, muerte y destrucción. Hablaba de bonanza como la moral pública y privada a tal punto embaucadora que influyó en el rasputínico Tomás de Aquino en sus conspiraciones pastoriles y majaderas. Reconozco la grandeza de Aristóteles en el hombre que podía haber orientado a otro norte sus escritos. ¡Qué hombre hemos perdido!. Le faltó mucha dignidad. Y de los libros sagrados de todas las religiones ¿qué decir?, es un error universal creer que son libros incomparablemente superiores a cuantos los hombres han escrito.

Para sustentar esta afirmación no hay nada más que mirar en las manos (esos libros) de quiénes se deberían encontrar y que de hecho no se encuentran; aquí es verdad que no hay que romperse la cabeza buscando refutaciones; aunque las hay y muchas.

Descartes, en mi inmodesto modo de ver (creo que decir modesto es una inmodestia prudente y cautelosa), le fastidió su gran amor a las matemáticas en las cuales destacó a alturas de la consideración; estudiándose todavía hoy sus reglas. Desatacó demasiado en esta disciplina, y eso es lo malo, porque estoy convencido que los números a grado sumo, mancan la inteligencia y deja a los tipos indefensos ante la cultura y demás saberes que son a miles.

Cuando veo a un padre presumir de la grandísima aptitud de su hijo para las matemáticas, pienso para mis adentros: tolete a la vista. Un niño así se deforma porque oirá un día que pelean en una guerra un millón de hombres y es posible que ni se plantee o no la necesidad o la justicia de esa guerra, sino que empezará a contar por deformación los fusiles, las balas, las bombas, los calzoncillos, las raciones diarias, complicaciones con la bolsa, etc, etc. No conocerá casi nada de nada, no ya por torpe, sino porque no tiene tiempo; se creerá muy inteligente como es natural.

Le preguntaron a Alekhine ¿es verdad Sr. Alekhine que el ajedrez desarrolla la inteligencia? Y Alekhine contestó: “sí, la que es para jugar al ajedrez”. Así mismo, yo afirmo, que los números, cuando se toman sin estravagancia, ayudan a desarrollar el pensamiento lógico, pero cuando se hacen verdaderas panzadas, sólo desarrollan intelectualmente hablando, lo que le es propio solamente. No ignoro que en las escuelas antiguas de filosofía lo primero que se hacía era enseñar los rudimienos matemáticos

como un entretenimiento para desarrollar el pensamiento lógico imprescindible, pero sólo hasta ahí. Las matemáticas son a la ciencia un medio; sus fines son otros.

La irascibilidad de los matemáticos es grande porque Alfred Nobel, no legó dotación económica alguna que premiara esta disciplina, y dicen que esto se debe a que Alfredo sorprendió a un matemático refrescando a su esposa, amancebado por ella. Esto, como creo que usted estará perfectamente de acuerdo, es una postura agricultora y labradora de dignidad, que fumiga el desprestigio a que les ha sentenciado Alfredo.

Pero vamos a ver, ¿cómo es posible que en un país como Suecia, pionero en la libertad y educado en estos aspectos, donde se amancebaba hasta la mas principal ( reconozco que esto no es muy contundente, las principales se han amancebado siempre en todo momento y lugar: supuesta y presuntamente), exista un hombre como Alfredo, científico a más no poder, inteligente al máximo, sabedor profundo de que una persona no tiene dueño, y que por lo mismo no lo puede ser de su mujer; se le tilde de celosa mojigatería “matemáticamente”?.

Un hombre de este calibre, cuanto más ama a su mujer ( y la amaba mucho), más alegría cobra cuando la descubre gimiendo de placer con el primero que la hizo humedecer y con cuantos hagan lo propio; un verdadero hombre sabio, sólo puede sentir agradecimiento hacia los otros cuando le alegran la vida a la mujer que tanto ama. Lo contrario es propio de chóferes de camiones, inducidos por el horrible clero.

Estoy de acuerdo, conmigo mismo que, levantar ese falso testimonio por los matemáticos es fruto de la rabieta propia del niño insomne

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