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DOCUMENTAL "VIKINGOS: NUEVAS BÚSQUEDAS"

José Fco. Fernández Belda

Viviendo en San Borondón

Canal Historia ofrece a través de varias plataformas esta curiosa serie documental, en seis capítulos estrenada en 2022, que es muy interesante para los que gustan de la arqueología naval y de la historia de esos pueblos nórdicos. Corto y pego la sinopsis de la web de la plataforma AMC Select:

En el corazón de Noruega, arqueólogos, expertos en el medievo y constructores de barcos locales se unen para explorar los secretos que encierran los restos de naves vikingas centenarias y los textos de las antiguas sagas escandinavas. ¿Su objetivo? Diseñar y construir el mayor barco de recreo vikingo jamás imaginado. Liderado por un visionario multimillonario y con una tripulación multinacional, el Draken intentará seguir el rastro de las expediciones de Leif Erikson y Erik el Rojo a Islandia, Groenlandia, Terranova y más allá cuando se cumple el milenario del primer viaje vikingo al Nuevo Mundo. A lo largo de la travesía, nuestros expertos y aventureros abrirán nuevos caminos en el conocimiento de la cultura vikinga, desde sus sofisticadas tecnologías de construcción naval hasta la composición genética de estos antiguos navegantes. No todos tenían los ojos azules y el pelo rubio, incluso la propia palabra vikingo está siendo revisada: originalmente era un verbo, no un sustantivo”.

Para empezar a hacer algunas precisiones, conviene señalar que hoy casi nadie discute que los vikingos y muy posiblemente también los pescadores vascos en busca del “bacallado”, como se llamaba entonces al actual bacalao, habrían llegado a las costas americanas de Canadá y EEUU allá por los siglos IX o X. Es probable incluso que construyeran algún asentamiento, aunque eso está en discusión tras haberse comprobado científicamente la falsificación interesada de presuntas pruebas arqueológicas (esto se comenta en el capítulo 6 de la serie). Pero de lo que no cabe la menor duda es que no dejaron constancia para el resto del mundo de esa arribada. No fue hasta siglos después que Cristóbal Colón llegó a América y dio a conocer a todo el mundo la existencia y posición de esas tierras. Por eso se le llama con toda propiedad Descubridor, no por ser el primero en arribar, sino por ser el primero en darlas a conocer.

La segunda curiosidad la expone la profesora de Historia Mediaval de la Universidad de Liverpool, Clare Downham, cuando comenta algo muy interesante y novedoso (episodio 2, minuto 4): “La palabra vikingo es un nombre, pero está asociada a un verbo: hacer el vikingo. Es un concepto que aparece en las sagas para referirse a hacer expediciones para obtener riquezas y fama, lo que elevaría su posición al volver a casa. En la Edad Media nadie habría dicho “somos vikingos” se veía como una actividad no un estado. Resumiendo, un vikingo es una persona que viaja, es más una descripción que un nombre de carácter étnico”.

A lo largo de la serie se reitera que el fin de haber construido este drakkar, de nombre Draken, es doble. De una parte hacer arqueología naval, diseñando y construyendo este barco con las técnicas y materiales que usaban aquellos expertos carpinteros de ribera, oficio que se ocupa de la construcción artesanal de embarcaciones en madera, aunque sin desdeñar el uso de herramientas modernas para acelerar algunos procesos. Y de otra parte, demostrar que, usando ese tipo de embarcaciones, los vikingos pudieron realmente haber llegado a América partiendo de los países nórdicos europeos, venciendo las enormes dificultades de navegar en aguas heladas, plagada de iceberg que podían hundir fácilmente una embarcación de madera y las tempestades típicas del océano glaciar ártico.

Para los que nos gusta este tipo de arqueología experimental, nos parece una experiencia digna de todo respeto y consideración, aunque no dejamos de reconocer que hay un poco de trampa es esta expedición, pues al contrario de cómo navegaban el navarro capitán Etayo con su carabela La Niña III o la expedición Kon Tiki del explorador noruego Thor Heyerdahl, (ambos con indudable espíritu vikingo), la Draken estaba equipada con el respaldo de dos motores modernos y hélices por si fallaba el viento, había una rotura de la vela importante o había que sortear los hielos flotantes. También estaba equipada con los más modernos equipos de navegación y radio que facilitaron enormemente las distintas travesías, frente a los rudimentarios pero eficaces medios de aquellos marinos vikingos. Por esto el culminar con éxito esta proeza naval sólo demuestra que se pudo hacer, pero no que realmente se hizo en aquellos primeros años del primer milenio.

Por último no quisiera dejar pasar un detalle, que siempre he tenido por una injusticia. En ningún momento de esta serie, ni en otras similares, se muestra el gran trabajo realizado por los camarógrafos de cine y los técnicos de realización que hacen el mismo viaje, participan de esa misma aventura o proeza deportiva como los protagonistas que aparecen en las imágenes, pero que ellos nunca salen en pantalla... con mucha suerte y mucha vista, aparecen sus nombres allí perdidos entre los créditos. Estas series debieran acabar con un capítulo adicional explicando cómo se rodó y los medios técnicos usados, eso que los entendidos llaman “making-of” y yo “cómo se hizo”.

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