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EUGENIO D'ORS, OTRO ARTÍCULO SOBRE ÉL

Todos los columnistas recuerdan, en sus artículos, algunas veces, a Eugenio D´Ors, no voy a ser menos yo. Uno de los grandes columnistas con sus Glosas de esta sociedad…

Ignacio Agustí, en un artículo titulado: Don Eugenio D´Ors, publicado en Destino, el 02 de octubre de 1954. Si no recuerdo mal, Umbral el último artículo que publicó en vida, también tenía ese título y ese nombre y esa idea. No se puede entender el articulismo en nuestra tierra sin Eugenio D¨Ors, no entro en los vericuetos de la historia de España y de sus figuras o de sus figuras en la historia de España…

Aquí estamos intentando recordar a dos figuras del columnismo y de la escritura, a Ignacio Agustí y a D´Ors. Este último, para y por si usted no tiene un marco, en ese viaje que está haciendo en estos momentos por el vientre de su ciudad en el bus o en el metro, Eugenio D´Ors (1881-1954) escritor y ensayista y articulista y otros oficios, que redactó ideas y textos en dos idiomas, y que tuvo que atravesar las vicisitudes de ese siglo, dos guerras mundiales y una incivil guerra civil, como diría AnsónD´Ors que ahora su nieto, escritor y sacerdote y amador del silencio nos recuerda que tuvo un abuelo solo con su presencia y su nombre…

Aquí en estas líneas conmemoramos a dos autores, al mismo tiempo, recordamos a dos autores al mismo tiempo, despertamos a dos autores al mismo tiempo… porque al final, si las mercancías materiales, pongamos el ejemplo, de un vehículo, nos hacen a nosotros mismos, y, nosotros las hacemos a ellas. Las ideas y los conceptos y las imágenes y los deseos y las percepciones nos vienen entrelazadas por las autorías y creaciones de cientos y de miles de autores y autoras en todos los campos del saber, también en la escritura y la literatura y la canción y los sabores…

Usted y yo, y su vecino, llevamos dentro ideas y conceptos de miles de nombres que no conocemos. No se puede entender la Península Ibérica, sin la influencia de D´Ors y en la medida que sea de Ignacio Agustí. Porque cuánta influencia tienen los interpretadores e interpretadoras del mundo, en cada campo. Para mí esto ha sido un misterio. Porque una cosa es que se recuerden y de alguna manera, se siga leyendo o releyendo en el caso de la literatura, o, apenas se lean pero algunas ideas o frases hayan pasado al mar de lo popular de personas ignoradas –incluso el pueblo crea ideas y crea metáforas, yo, yo soy parte del pueblo-.

Pensamos según nuestras cabezas, pero no nos engañemos, en nuestro cerebro consciente e inconsciente, tenemos ideas de Platón o de Kant o de Tomás de Aquino o de Descartes o de Hegel o de Marx, por no citar a cientos de otros campos de la realidad interpretativa cultural…

He indicado algunas veces, que existen dos horizontes o perspectivas o tendencias o dimensiones, cada uno con multitud de factores y vectores y funciones, una son la vida de las personas que crean ideas y música y conceptos y cuadros, que puede ser mejor o peor, diríamos, bajo una ideología o bajo otra, bajo una moral o bajo otra. Y, otra, que se relaciona con la anterior, pero que tenemos que separarnos de ella, que es lo que producen. Y, ese producto puede ser aceptado y aceptable. Durante décadas pensé que un científico, era para mí, casi un pequeño dios, no diré su nombre, después, el tiempo me fue enseñando que en su vida particular tenía sombras obscuras, y, eso que decía grandes frases de moralidad y de eticidad. Pero no podemos negar que sus ecuaciones y algoritmos nos han cambiado el mundo, a y en muchas direcciones…

Se meten en la bodega del olvido a tantos autores/as, porque según el presente, no nos gustan, o porque no convienen a las ideologías/poderes del momento, o porque se juzga sin tener en cuenta, que los tiempos cambian y las circunstancias una barbaridad, según el chotis madrileño. Pero tenemos que intentar recuperar lo que podamos que sea útil y bueno y verídico, porque el problema de las humanidades y de las artes, es que no es ciencia, y, por tanto la verificación metodológica no es totalmente posible, sabemos si una verdad es verdad en filosofía o en letras o en artes o en literatura, como por acercamiento, como un ciego va tocando los objetos.

Ignacio Agustí, redactó este artículo, al fallecimiento de D´Ors, no podemos dejar de ser generosos con los autores, por unos cientos de pesetas antes, en tiempo pasados, por unos cientos de euros ahora, incluso por nada de todo eso, en muchos autores y autoras, como el que escribe estas líneas. Esas personas intentan regalarnos ideas y conceptos e impresiones y expresiones. Pueden equivocarse en sus vidas, en sus direcciones, en sus opciones, en sus escrituras. Pero nos están regalando ideas, porque muchos no cobran por ellas, otros, medio viven por y con ellas. Pero nos están ofreciendo preguntas y cuestiones y argumentos y datos. Es imposible que un articulista que redacta de cien temas cada año, de miles al cabo de unas décadas, es imposible que en todo acierten. Es más, lo que hoy se cree que es verdad y fulgor de claridad, dentro de cincuenta años, era un error histórico…

Eugenio D´Ors es un pensador y un filósofo, no sé si estará a la altura de Unamuno o de Ortega o de Zubiri o de Aranguren o de Trías o de Savater o de Gustavo Bueno y de otros. Pero no podemos dejar que D´Ors se olvide, porque en los años de cortinas de plomo, como dirían algunos autores, fue una pequeña luz, la luz que se podría oír en cada y en ese momento. Y, de paso también mi homenaje a Ignacio Agustí, que al menos, antologías de su artículos no terminen comiéndoselos los silencios del tiempo y de los anaqueles de las hemerotecas. Aquí mi doble recuerdo, mi doble homenaje y mi doble invitación a/para ustedes.

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