ÚLTIMA HORA

FEBRERO Y LOURDES. FUENTE DE SANACIÓN

 

Febrero nos trae el recuerdo de Nuestra Señora de Lourdes, -su fiesta, el 11 de febrero-.  Esta advocación mariana se remonta a la mitad del siglo XIX, cuando se apareció la Virgen María dieciocho veces a Bernardette Soubirous ( Santa Bernardita), entre febrero y julio de 1858. Ocurrió en la gruta rocosa del paraje de  Massabielle, a las afueras de Lourdes, pueblo situado al pie de los Pirineos franceses. La niña, muy pobre y enferma de asma, tenía 14 años y  aún no había hecho su Primera Comunión, porque su enfermedad le impedía asistir con regularidad a la catequesis (la Virgen la sanó en la primera aparición).

La Virgen- siempre con el rosario en la mano-,  dijo a Bernardita:  “Todos somos dignos ante Dios,  cada uno es amado por Dios. No te prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el otro”El mensaje para todos, la niña lo repitió en éxtasis: “Penitencia, penitencia, penitencia. Rogad a Dios por la conversión de los pecadores”.

Los hechos causaron problemas con la autoridad civil; pero los padres de la niña creyeron a su hija, que nunca mentía. El párroco,  abate Peyramale, dudó al principio. Ante el pedido de la Virgen de una “pequeña capilla”, respondió a la niña: «que antes diga su nombre y que haga florecer el rosal de la gruta, luego le haremos la capilla, y será grandísima». La respuesta le sorprendió y maravilló: “Yo soy la Inmaculada Concepción”, dogma desconocido por Bernardette, recientemente, entonces, declarado por Pío XI, y el rosal silvestre florecido en invierno.

A las apariciones de la Virgen, le siguieron multitud de milagros, que continúan. El alcalde, incrédulo, construyó un cercado infranqueable en el lugar. Providencial: la “nurse”  del hijo de Napoleón III, enviada por la emperatriz, Eugenia de Montijo ( nacida en Granada), se presentó por agua del manantial de Massabielle para el niño, muy  enfermo ( sanó). Entonces, el alcalde se vio obligado a retirar el cercado y dejar vía libre a los peregrinos. Desde entonces, Lourdes se hizo famoso a nivel mundial, una fuente de gracia, conversión y sanación, visitado, cada año, por millones de peregrinos. En el centenario de las Apariciones, el cardenal Roncalli- San Juan XXIII- dijo:  "La Iglesia no cesa de recomendar a los católicos que presten atención al mensaje de Lourdes". En expresión del Concilio Vaticano II: "la maternidad espiritual de María perdura sin cesar en la economía de la gracia.  Una vez asunta a los cielos, no dejó su oficio salvador (...). Por su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo que peregrinan y se debaten entre peligros y angustias y luchan contra el pecado hasta que sean llevados a la patria feliz" (  Lumen Gentium, 8, 12).

 

Josefa Romo Garlito

Noticias más leídas del día

Marruecos, un peligro para Canarias avalado por políticos traidores y cobardes (VÍDEOS)

Impactante: Varios pasajeros salen solos por la cola del avión siniestrado