Los datos están ahí: la exclusión social en Canarias registra unas cifras alarmantes, con ligeras variaciones según el informe que veamos, pero siempre terriblemente muy por encima de lo mínimamente aceptable. Alrededor de un tercio de la población canaria se encuentra dentro de los parámetros de exclusión social, y en parte, se trata de personas con trabajo...
A diferencia de la pobreza "tradicional", la pobreza del siglo XXI es hereditaria, es estructural. Resulta muy difícil salir de ella por muchas, demasiadas razones. Salarios bajos, contratos de trabajo de muy corta duración, problemas de vivienda, alquileres demasiado altos, etc...
Lo peor es que se está "normalizando". Las personas que consiguieron salir de la crisis impuesta por algunos son las personas que menos la sufrieron, las que mantuvieron su trabajo o se vieron libres de hipotecas o alquileres. Esas personas que sí han vivido una cierta recuperación no son conscientes de que la mayoría no ha conseguido volver ni de lejos a la situación anterior. Y muchas veces el entorno tiene parte de culpa...
En este sentido, Nueva Canarias ha presentado en el Parlamento de Canarias una iniciativa defendida por su portavoz en materia social, Carmen Hernández, que ha logrado el apoyo unánime de la Cámara. Se trata de una iniciativa que insta al Gobierno de Canarias (del que Nueva Canarias forma parte importante) a impulsar planes integrales de actuación en los barrios más vulnerables a la exclusión social. No en vano, Carmen Hernández, como alcaldesa de la ciudad de Telde en la legislatura anterior puso en marcha un Plan Integral para el Valle de Jinamar que está en proceso de ejecución y se van viendo resultados...
Ese Plan desarrolló durante 2018 nueve proyectos destinados a la transformación de la realidad de este barrio mejorando la calidad de vida de sus habitantes. No solo mediante la rehabilitación de viviendas (que continuará en breve con otras 650 viviendas, con lo que serán alrededor de 1.700 viviendas las rehabilitadas desde el inicio del Plan), sino con reformas estructurales en el barrio, como adecuación de aceras, habilitación de carriles bici, etc...
Pero este Plan (cuya ejecución durará diez años) no se limita a lo estructural. Tiene también como ámbitos de trabajo la inserción socio-laboral y la intervención socioeducativa. Durante este año 2019 se ha añadido el Programa de Convivencia, Salud y Mediación Comunitaria. La rehabilitación de la Escuela Infantil de Jinamar que está casi concluida, está en funcionamiento el Centro Insular de Información y Atención Integral a la Juventud, se han llevado a cabo convenios específicos para la población del Valle de Jinamar, etc...
Todo esto se está consiguiendo gracias al trabajo coordinado de las distintas instituciones implicadas y de los vecinos de la zona, y es el formato que Carmen Hernández quiere llevar a todos los barrios vulnerables de las islas. Hasta la fecha lo que se había hecho por parte del anterior Ejecutivo eran medidas paliativas y coyunturales que resultaban ineficaces. El modelo del Plan Integral del Valle de Jinamar es un programa perfectamente exportable que puede ayudar a cambiar la realidad de Canarias, haciendo que esta tierra deje de ser el segundo territorio con mayor exclusión social de todo el Estado. Tiempo al tiempo...
