Gran día el 12 de octubre, festividad de la Virgen del Pilar, venerada en toda España e Hispanoamérica. Es la onomástica de innumerables españolas.
Este día, también se conmemora el hermanamiento de los pueblos hispanos, el Día de la Hispanidad, fiesta nacional.
La Virgen del Pilar, “Reina y Madre de España”, es la primera aparición mariana en el mundo, ocurrida a orillas del Ebro, en Zaragoza, cuando aún vivía Santa María en la tierra. Por eso, Zaragoza es tierra de peregrinación.
El cariño y la atención de la Virgen por España se pone de manifiesto en sus muchos milagros. El más divulgado e impresionante, el del “Cojo de Calanda”, al que la Virgen le restituyó su pierna amputada. Ocurrió en 1640, declarado ante notario y reflejado en el arte (un cuadro con Juan Pellicer ante el Rey Felipe IV). También extraordinario, el hecho de las bombas lanzadas sobre la Basílica del Pilar en 1936, que no explotaron (están en el templo).
La Virgen trajo consuelo al Apóstol Santiago ante la cerrazón espiritual de los hombres de Iberia, que no le prestaban oído. Existe una canción popular que lo recuerda. Cuando yo era niña, cantábamos hacia mediados de octubre al salir de la escuela: “Es María la Blanca Paloma/ que un día en España/ la vieron volar. / En el centro de una hermosa nube/ vino a Zaragoza/ en carne mortal. / Y Santiago que estaba muy triste/ a orillas del Ebro/ la salió a esperar. / Y le dijo Madre, Madre celestial/ Desde entonces los hijos de España, / la llamamos madre / madre del Pilar”.
