ÚLTIMA HORA

RENCOR Y RERENCOR SOCIAL

 

Hay temas enormemente complejos y difíciles, pero el columnista debe tocarlos o rozarlos, uno, uno es si existe o no existe demasiado o poco rencor social… ¡Y, cuánto…! 

Debo indicar, para no engañar a nadie, que yo pienso, siempre he visto y percibido y sentido, mucho y demasiado rencor social. De unos contra otros, a nivel individual y a nivel colectivo, de unos que dicen tener una ideología o tener otra, de pertenecer a un sector social o económico o cultural o a otro, a un estrato social o clase social o a otro… 

Esta es la experiencia que he visto, que se manifestaba de muchas maneras y formas, sobretodo hablando, sobretodo con maledicencias, sobretodo con envidias, sobretodo deseándolo mal a otra persona, sobretodo con inquinas y rencores, -y, en algunos casos también con odio, verdadero odio, a personas o a colectivos o a ideologías-… He visto y he oído demasiado rencor social. En todo tipos de personas, con corbata y sin ella, de un color o de otro su cerebro por dentro, en una situación y en otra… No sé, si es debido a la historia de nuestra sociedad y país, historia de décadas o de siglos, no sé, si es que estamos a medio cristianizar, no sé, si es que unos caemos en unos errores morales graves y otros en otros. Antes se decían vicios/desvirtudes, ahora, ahora no nos atrevemos a señalar, pecados capitales o pecados mortales: lujuria, envidia, gula, pereza-acidia, soberbia-vanidad, ira-cólera… 

Quizás, a que todo el mundo percibe, por los medios de comunicación y redes sociales, lo que otros hacen o como viven o como piensan o como hablan. Que los otros van a grandes viajes, que tienen hijos rubios y guapos, que tienen compañeros o compañeras con grandes músculos en los lugares que correspondan, que ocupan altos cargos o mejores puestos que ellos, que llevan toda la vida trabajando y esforzándose y no son capaces de que crezca su figura ni un centímetro, quizás porque tienen dolores y traumas y heridas profundas que les han causado unos u otros, o ellos achacan a unos u a otros, en la infancia, o, se han transmitido desde una generación a otra, aquí los abuelos y abuelas tienen mucha parte –en lo bueno y en lo menos bueno…-. 

Hemos visto hablar con tanto rencor de otras posiciones ideológicas, de los de un color a los del otro, los del otro a los primeros. Que uno, se ha preguntado muchas veces, si existe racionalidad o no. Si existe sentido común o no. Si existe paz para nosotros. Si nosotros nos merecemos paz interior y paz social y paz política, no durante cuarenta años, sino durante siglos. O, es que nosotros no nos merecemos paz con nosotros y a nosotros mismos. Es que nosotros solo tenemos como destino, que como el viejo maestro Machado, aquello de “españolito que naces, alguna de las dos Españas…”. 

Pero incluso dentro de los entornos familiares, amplios, formados por varias familias, también de unas personas contra otras, en la escuela o en el sistema de enseñanza, en los trabajos y en las actividades lúdicas… Todo ese rencor social, que se puede manifestar de mil modos, contra aquel que tiene una forma de ser o de estar diferente, aquel que tiene una conducta diversa o diferente, aunque no sea inmoral, aunque no sea ilegal, aquel que tiene tres centímetros de más o de menos, aquel que tiene un carácter de una manera o de otra… 

Todas las clases de mobbing (mobin), sí de mobbing, no solo en la escuela, sino entre las amistades, en las familias amplias, en los trabajos, y, entre vecindades… Hemos olvidados el principio de siglos, de la concupiscencia, que el ser humano tiende al bien y tiende al mal. Hemos olvidado que cada uno, cada mañana se tiene que atar con la correa de intentar ser buena persona, a nivel moral y ético. Que ese es un deber obligatorio a todo ser humano… 

El escritor y articulista Lorenzo Silva, en Colpisa nos regala una columna, titulada Rencor Social, publicada el 13 de febrero del 2023, que nos regala en donación propia y sin cobrarnos, en donación gratuita, una serie de frases y de conceptos y de datos y de argumentos hablándonos de este tema… Porque al final, que hacen/hacemos los columnistas ofrecer/les reflexiones, sobre multitud de temas, que de otra manera, usted quizás no sería consciente, nadie le hablaría de ello/s, quizás, incluso usted los sufre, pero no es consciente. Quizás, al entrar en diálogo con el artículo de Lorenzo Silva, o con estas líneas, perciba, que no solo su hijo está siendo agredido con miradas o palabras por otro y otros, quizás, lo está siendo su compañero o compañera de trabajo, quizás, usted mismo… 

Dicen, algunos que el periodismo va a cambiar, y, por tanto, los artículos de opinión de corte literario, como este/os. Yo creo que sí. Estimo que la Inteligencia Artificial cambiará todo, también en este terreno. Pero hasta que llegue ese momento, que será dentro de unos años. Todavía podremos redactar textos que hablen de pequeñas cosas o de grandes cosas. Pequeñas cosas que pueden afectar a millones de personas… 

¿Ahora llamo a los expertos en ciencias sociales, cuánto rencor social existe en España…? 

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