José María Barrientos
He oído recientemente en varias ocasiones que, en España, el turismo debería ser cuestión de estado y no lo es. Cierto. La prueba más evidente es que no existe un ministerio de turismo en el organigrama del Gobierno de España y este tiene que compartir protagonismo con otras áreas de gobierno. En Canarias, la situación es muy parecida, pero las declaraciones del presidente del Gobierno de Canarias Fernando Clavijo en Fitur, poniendo de manifiesto que en nuestras islas el motor económico y del empleo no es otro que el turismo, son muy significativas.
Es muy importante para el propio sector turístico que la primera autoridad canaria reconozca y estimule el liderazgo del turismo sin titubear y diga que esta actividad es la que debe hacer de locomotora de la economía y el empleo en nuestra tierra.
Esto es algo que, aunque es evidente, en muchas ocasiones no se quiere reconocer o tener en consideración a la hora de invertir y estimular al sector.
Estamos viviendo una situación de bonanza o espuma de champan, como dice mi buen amigo Nicolás Villalobos, director general del Grupo Cordial Hoteles, pero hay que mirar al sector turístico con las gafas de lejos porque esta situación puede cambiar, que lo hará, y por ello, no debemos bajar la guardia sino todo lo contrario, seguir impulsando sin complejos a nuestro sector locomotora porque ello será la garantía de que progresamos adecuadamente en lograr las mayores cuotas de sostenibilidad, digitalización y profesionalización que, sin lugar a dudas, son las claves del sector en los próximos años que nos mantendrán a la cabeza del sector turístico europeo.