La CE prorroga el proyecto para erradicar la cabra asilvestrada en Gran Canaria

La Comisión Europea (CE) ha prorrogado hasta diciembre de 2018 el proyecto Life+ Guguy para que el Cabildo de Gran Canaria pueda erradicar con un plan alternativo el problema de las cabras asilvestradas de la Reserva Natural Especial de Güi-Güí, que no prevé el uso de las abatidas.

Así lo han explicado hoy en conferencia de prensa el consejero de Medio Ambiente de la corporación insular, Miguel Ángel Rodríguez, y el director del proyecto Life+ Guguy, Gustavo Viera, quienes han desvelado que el Cabildo asume el coste económico de la prórroga de la CE, unos 100.000 euros.

El proyecto Life+ Guguy, que nació hace cuatro años, concluía el próximo mes de diciembre e, inicialmente, pretendía repoblar la reserva natural con unos 25.000 árboles en diferentes alturas y hábitats, desde los pinos a los cedros, las sabinas y los termófilos, éstos en la parte más baja.

La tasas de supervivencia de la reforestación es de un 70 por ciento y el próximo mes de diciembre la totalidad de las plantas estarán protegidas con mallas -gorros individuales- para evitar que sean pasto de las cabras y ovejas, aunque éstas apenas llegar al 2 % del ganado asilvestrado.

Rodríguez ha especificado que se ha conseguido multiplicar de forma exponencial la población de cedros de Gran Canaria al pasar de los 48 ejemplares censados al inicio del proyecto Life+ a más de un millar que hoy "reverdecen las lomas de Güi-Güí".

Ante el peligro de que las cabras asilvestradas se coman el bosque original de Juníperus (cedros y sabinas), y los más de 20.000 árboles plantados en estos cuatro años en esta reserva natural -lo que implicaría devolver a la CE los 400.000 euros con los que dotó al proyecto-, la institución insular tiene un nuevo plan para erradicar al ganado "guanil".

El consejero ha apuntado que el "ambicioso" plan incluye "la perspectiva sociológica, la mediación, la comunicación y la integración de la población local rural y otros grupos de interés" para buscar una "solución compartida y duradera" a un "gravísimo problema medioambiental" de Gran Canaria.

En su opinión, este plan es una "oportunidad" para la isla, que demuestra así la "voluntad" para conservar su medio ambiente y reverdecer Gran Canaria.-

Rodríguez ha agregado que no pasa por abatir a las cabras, aunque el método "sea el más eficaz y eficiente que se utiliza a nivel mundial".

"Optamos por un método alternativo para solucionar el problema, que puede ser exportable a otros lugares, y es urgente para no perder el esfuerzo económico invertido en el proyecto y el trabajo de los profesionales que lo han ejecutado", ha agregado Rodríguez.

Además de censarse y estudiarse el comportamiento de las cabras asilvestradas, entre 500 y 700 ejemplares en Güi-Güí y unas 2.000 en toda la isla, el Cabildo incentivará las apañadas, es decir, la recogidas de cabras de pastan solas en los montes.

Entre 2017 y 2018 ya ha autorizado unas 50 apañadas y en cada una de ellas se recuperan hasta cinco cabras, que son sacrificadas para el consumo propio.

Además, Medio Ambiente se reunirá con los pastores de la zona para que trabajen como agentes medioambientales sobre el terreno, bien recuperando ejemplares bien utilizando sus cabras para la retirada de hectáreas de pasto que podrían provocar incendios.

También el Cabildo impulsará el Consejo Ciudadano en La Aldea para que la población se convierta en actor de la solución del problema, y gestionará la participación del colectivo del Salto del Pastor en unas apañadas de 100 a 200 ejemplares.

Por su parte, Gustavo Viera ha reconocido que la protección con mallas de los ejemplares plantados es una "solución temporal" y que la definitiva pasa necesariamente por la erradicación del ganado asilvestrado, empezando por que no se abandonen más cabras en el monte.

Viera ha agregado que unas 300 cabras fueron abatidas en los últimos años con autorización del Cabildo en Inagua, Tamadaba y Güi-Güí, un método que no ha impedido que la población del ganado asilvestrado siga en aumento y persista como una seria amenaza para especies autóctonas de la flora grancanaria.