Jubiladas, pero siempre activas

Han dejado de trabajar, pero su agenda está llena de actividades. Los programas de envejecimiento activo mejoran la salud y permiten crear lazos y nuevas aficiones.

Son las 16:00 de la tarde y el Centro de Día de la Isleta es un auténtico hervidero de personas, mujeres en su mayoría, que asisten a su primer día de clase con una ilusión inusitada. Comienza un proyecto piloto para mujeres mayores de 65 años en el que se busca que todos ellos tengan una visión positiva de la vejez y la jubilación.

En un grupo se reúnen cuatro de estos mayores. De distintas edades y preferencias. Emilia de La Isleta, con 80 años, la más veterana; Clari y Margarita, con 67. Todas han llegado a este centro con la intención de estar activos, tener la mente ocupada y sobre todo pasarlo bien. “De esta me van a pedir el divorcio, porque no paro en  casa. Todo lo que cuadra lo hago. Estoy en un curso de manualidades, otro de costura y ahora este de envejecimiento activo”, comenta entre risas Clari

Un informe que acaba de presentarse avala los resultados positivos de los programas de envejecimiento activo. Las mayores que están en estos programas tienen un mejor estado de salud en aspectos como el afecto, las relaciones sociales, la cognición, la participación en actividades de ocio. Como recalca Margarita  “24 horas se hacen demasiado pesadas. Con tantas horas libres me siento perdida, por lo que busco siempre cosas para hacer.”

Este proyecto piloto desarrollado por profesionales de Charter 100 Gran Canaria  de realiza en dos Centros de Día en Gran Canaria y Tenerife, a través de una subvención de la Dirección General de Políticas Sociales del Gobierno de Canarias.

Gimnasia emocional, abrazoterapia, uso de las nuevas tecnologías, gestión de las emociones, dinámicas de autoestima… Van al centro 9 horas a la semana durante 5 semanas, cada uno en función de sus posibilidades. ¿Y qué les aporta este programa? Loli asegura que mucho “Quiero aprender, quiero saber cosas siempre. También estoy haciendo teatro y corte y confección. Lo importante es no estar parada nunca.” Carmen recalca la importancia de no estar sola y de relacionarse con gente como ella. “Yo estoy sola y se me cae la casa encima. Mis hijas ya tienen su vida y ahora es momento de vivir esta segunda juventud”

 La acción formativa pretende cubrir las necesidades individuales, sociales y de salud para envejecer satisfactoriamente y está integrada por cuatro módulos con una duración total de 50 horas. Cada módulo será impartido por diferentes profesionales de la asociación. El módulo de habilidades personales y plan de vida lo impartirá María Luisa Ortega y Paloma Otero, profesora de Pedagogía Terapéutica y psicóloga, respectivamente, el módulo de habilidades sociales lo impartirá la psicóloga Fran Galante, el módulo de Salud y Mindfullness lo impartirán la médica especialista en Medicina Interna Belén Alonso y, Elvira Mansur, PNL coach y farmacéutica, y por último el módulo de la familiarización con las nuevas tecnologías lo impartirá Virginia Valladares, social media manager.

 Aunque es un curso dirigido a mujeres, dos caballeros asisten en este primer día de clase. Victor se acaba de jubilar hace seis meses y está apuntado a seis cursos.  “No me considero mayor. Yo vengo al curso sin mi mujer, ella tiene su espacio y yo tengo el mío. Así que ella va a unos cursos con sus amigas y yo con los míos. No vamos a estar todo el día pegados”

 Con este proyecto, en definitiva, se pretende mejorar la calidad de vida de las mujeres mayores de 65 años, algo que aunque comienza en Gran Canaria y Tenerife podrá replicarse en el resto de las islas. Ha sido la Comisión de Formación de Charter 100 Gran Canaria la que ha realizado la propuesta a la Dirección General de Políticas Sociales del Gobierno de Canarias. La realización de estos talleres comenzó el 17 de octubre y finalizará el 16 de diciembre.