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Las quemas técnicas multiplican por 14 el territorio protegido de incendios

El Ministerio de Interior solicita la colaboración del Cabildo, pionero en su uso, para instruir a los mandos de la UME

Canarias Noticias - 07/05/2019

Las quemas técnicas para descargar el monte de combustible vegetal y minimizar los riesgos de incendios forestales multiplican casi por catorce la superficie que puede ser tratadas con idéntico presupuesto frente a prácticas más convencionales y no solo con protección de la biodiversidad, sino con beneficios en la activación de los bancos de semilla,  por lo que el Ministerio de Interior ha solicitado la colaboración del Cabildo de Gran Canaria para formar a los mandos de la Unidad Militar de Emergencias, quienes a su vez la aplicarán en distintas autonomías.

Los cortafuegos consistentes en arrasar una franja de territorio hasta dejarlas como heridas de tierra que cruzan colinas y laderas ya están consideradas una práctica obsoleta, puesto que las quemas descargan las franjas seleccionadas sin tener que arrasar con sus árboles, y de hecho apenas se distinguen a simple vista, ya que no es necesario para lograr que en su interior las llamas de un gran incendio se reduzcan a pocas decenas de centímetros y puedan ser extinguidas.

Situadas estratégicamente en el territorio, lo divide en mosaicos para mantenerlos a salvo del que haya registrado el incendio, y además mantiene protegidas instalaciones estratégicas, como las antenas de comunicaciones y la de la AEMET situada en la zona de Los Moriscos de Gran Canaria, terrenos que acogen estos días las jornadas prácticas del curso organizado por la Escuela Nacional de Protección Civil con instrucción del Cabildo, pionero en el uso de esta técnica y cuyo jefe de Emergencias, Federico Grillo, explicó que tratar una hectárea con técnicas convencionales cuesta 4.000 euros, mientras que con quemas controladas se reduce drásticamente hasta los 300 euros y si son pastizales, ya se desploma hasta apenas 60 euros, lo que finalmente se traduce en mayor territorio protegido.

Tanto es así, que el teniente Roberto Moriñas de la Unidad Militar de Emergencias aseguró que la formación que reciben en Gran Canaria es “de una extraordinaria utilidad”, ya que incrementa su capacidad de intervención en grandes incendios.



Técnica quirúrgica

Las técnicas prescritas acoge diversidad de modalidades, entre ellas la denominada “cirugía”, pues dotando de agresividad o docilidad al fuego, pueden atacar especies invasoras o realizar quemas que dejan a salvo repoblaciones, especies autóctonas, cables. Incluso pueden usar las llamas para podar la parte baja de los pinos y mantener así sus copas elevadas y a salvo de los incendios. Todas estas posibilidades hacen que esta técnica sea aún más interesante, por lo que forma parte esencial del calendario de prevención del Cabildo, subrayó su consejero de Emergencias, Miguel Ángel Rodríguez, quien elogió la alta especialización del personal insular, hasta el punto de colaborar en la instrucción de la UME.


  
Atravesar incendios

El incendio de 2017 de Gran Canaria fue el primero en someter a experiencia real las quemas de los últimos años y, al mostrar una eficacia del 80 por ciento, despertó el interés de la comunidad científica especializada y de otras autonomías.

Asimismo, permitió que los equipos Presa y los Agentes de Medio Ambiente del Cabildo supieran por dónde atravesar la cumbre recogiendo a las personas que se iban a quedar atrapadas en el fuego para confinarlas en la Base Militar EVA 21 de la cumbre, también protegida del incendio por las quemas controladas que en invierno se realizan alrededor de instalaciones estratégicas.



1.800 horas para el buen manejo de la antorcha

Por todo ello, el Ministerio de Interior ha contado con el Cabildo durante los últimos diez años para formar a su personal, del que ya han pasado por Gran Canaria un millar de militares, no en vano la labor del antorchero se ha ido tecnificando cada vez más hasta convertirse en una especialización que precisa unas 1.800 horas de experiencia para ejercerla con la mayor de las seguridades.

Los 30 mandos que se encuentran en Gran Canaria desde el pasado fin de semana han aprendido las aplicaciones y los patrones de ignición en las jornadas teóricas, donde también han aprendido la eficacia de usar el fuego en plena extinción, para quemar franjas delante de la cabeza del incendio y que se extinga cuando solo encuentre tierra quemada o realizar quemas de ensanche, es decir, prender a lo largo de una carretera y convertirla en una línea de defensa aún mayor.

El domingo ya se trasladaron a la cumbre para efectuar las quemas bajo la dirección del Cabildo tras la selección de la parcela, tras lo cual debe ser perimetrada con una zanja abierta con sachos y palas para asegurar la zona y comenzar la quema en su interior, una vez iniciada, se puede realizar otra franja de fuego paralela a la inicial para acelerar moderadamente el ritmo, o franjas verticales que aceleran la cobertura del terreno aún más, a lo que se puede agregar puntitos de fuego entre medias que doten su avance de mayor velocidad aún, ya sea porque conviene darle agresividad o porque la humedad es tan alta que le cuesta “tirar”. 

Y es que esta actividad se efectúa siempre en condiciones específicas de temperatura, viento y humedad, sin perder de vista posibles giros y apoyados por todas los equipos de seguridad necesarios para situaciones de estas características en las que también hay que manejar el humo, para que no afecte núcleos próximos, y variables como senderos por los que puedan transitar personas, de manera que finalmente se logre un monte más seguro y protegido contra el fuego. 

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