El Mercadillo de Santa Brígida celebra un nuevo cumpleaños

El Mercadillo Agrícola y Artesanal de Santa Brígida se inauguró el 9 de agosto de 1986 con comerciantes sabios que aconsejaban a los vecinos a la hora de comprar esto de aquí, aquello de allá. 33 años después poco ha cambiado el trato hacia el cliente y los 12 puestos y las 28 mesas de ventas que agrupa este espacio en la actualidad siguen funcionando y ofreciendo productos frescos de temporada y de calidad. Su primer emplazamiento fue el Parque Municipal. Allí, los agricultores, llevaron por primera vez mesas de cocina para colocar lo que cultivaban en sus tierras y poder vender directamente a los consumidores. Se trasladaron después al solar que existía frente a la parada de taxis, donde hoy está la sucursal bancaria y un edificio de viviendas. Pero el invierno era duro. Llovía y tapaban el género con plásticos, recuerdan, aunque los clientes a pesar de las inclemencias del tiempo, aseguran, acudían cada fin de semana a comprar. 
Un mercadillo que huele, además de a frutas y a verduras, a legumbres, a quesos, a pan, a dulces y a flores. Se venden también vinos canarios y artesanía. Y así, durante algo más de tres décadas se ha ido cumpliendo la vida en el Mercadillo Agrícola y Artesanal de Santa Brígida, que cuenta con una superficie de 1.440 metros cuadrados, entre el escaparate de productos y la zona del parque infantil. 
Cada fin de semana, además de los residentes, se asoman también a este emplazamiento, situado en el Paseo del Guiniguada, los visitantes que quieren conocer la esencia de este pintoresco cuadrilátero. Un mercadillo que nació gracias al impulso del por aquel entonces concejal Julio Alemán, quien decidió ponerlo en marcha para que los agricultores locales pudieran comercializar los productos de sus huertas. 
Este 9 de agosto el Mercadillo Agrícola y Artesanal celebra su trigésimo tercer aniversario y para celebrarlo, la concejalía del Sector Primario, que dirige Ángel Luis Santana