CONSTRUCCIÓN
FEPECO advierte que la construcción se parará en Tenerife por falta de áridos
Oscar Izquierdo presidente de FEPECO, pone voz a la inmensa preocupación e indignación de los empresarios de la construcción en Tenerife, por la falta de áridos, que ven como pasa el tiempo y que, a pesar de los continuos avisos y advertencias de la patronal al respecto, que venimos dando desde hace años, no hay manera que el Cabildo Insular y el Gobierno de Canarias, reaccionen con prontitud, a un problema de la máxima magnitud en estos momentos. Sin áridos no puede haber construcción, que está siendo actualmente el salvavidas de la economía canaria y la creadora de empleo. Además, los áridos que más escasean son precisamente los de mayor calidad, los que se usan para la fabricación de hormigones, asfaltos, morteros y prefabricados estructurales. No se puede vivir sin áridos y la burocracia, las diferencias entre las dos administraciones, disparidad en las interpretaciones funcionariales, una Normativa alejada de la realidad actual de la isla y de sus necesidades perentorias, junto a un PIOT totalmente obsoleto y complejo de modificar, inciden en que estemos en una situación agónica, precisamente ahora, que el sector estaba despegando con fuerza y siendo la locomotora de la economía insular y arrastre de los demás sectores económicos.
Esta apatía injustificable, en no hacerse cargo de la gravedad del asunto, por parte de los responsables públicos insulares, junto al no querer, ni poder y no saber hacer de la administración, provocará el cierre de muchas empresas y la pérdida de innumerables puestos de trabajo en nuestra isla, porque a la construcción se le niega ser el motor de la recuperación post-covid, al no contar con los áridos suficientes de canteras legalizadas, para la Obra Pública y el Plan de Viviendas que se van a licitar, así como, de las numerosas inversiones e intervenciones privadas, que están previstas para los próximos años. La única vía para seguir teniendo áridos a medio plazo, sin picotear todo el territorio, es reactivar urgentemente la modificación del PIOT, Plan Insular de Ordenación del Territorio, para actividades extractivas, que ya tenía que haber comenzado hace años, sin interrupciones por motivos políticos, olvidándose de incluir en el mismo paquete otras modificaciones del PIOT de naturalezas varias. La modificación debe ser exclusiva para las actividades extractivas, porque la urgencia así lo demanda. Es tan sencillo, como continuar lo que se inició en la legislatura anterior.
Oscar Izquierdo continúa señalando que la Consejería de Transición Ecológica, por un lado, se manifiesta profundamente ecologista y por otro, permite agujerear la isla autorizando plantas RCD´s sin control. Por lo que se está propiciando el picoteo en Tenerife, convirtiéndose de esa manera, la propia Consejería, en la mayor depredadora del territorio de la isla. Si se sigue con la política actual, impidiendo el desarrollo de canteras legales localizadas y alternativamente autorizando plantas de tratamiento de Residuos de Construcción y Demolición (RCD´s), sin controlar el volumen que realmente están produciendo, respecto al que tienen autorizado, ni de dónde sacan el material que machacan, ni como obtienen el Marcado CE, sin que conste que el árido que venden procede de un Residuo, se seguirá propiciando el picoteo actual del territorio, sin ningún control.
Es evidente que actualmente, no se generan en Tenerife, residuos suficientes para cubrir la cantidad de áridos que están produciendo las plantas de tratamiento de Residuos de Construcción y Demolición autorizadas (RCD´s). Por lo que éstas, generan residuos artificialmente para suministrarse, sin que la Administración realice ninguno de los controles preceptivos. La Unión Europea, dentro de su política de la Agenda Verde, insiste a todos los Estados miembros, que hay que propiciar áridos de canteras legalizadas y controladas por las administraciones competentes. En cambio, en Tenerife, se está haciendo todo lo contrario, infringiendo las recomendaciones medioambientalistas emanadas desde los órganos europeos. Las canteras de áridos, debidamente vigiladas, inspeccionadas, verificadas y controladas, por una administración diligente y con los medios necesarios, garantizan calidad, seguridad y protección territorial.