Además de su labor en la medicina generalista, que siguió ejerciendo cuando había cumplido ya 90 años, fue alcalde de Santa Brígida entre 1991 y 1992 e Hijo Predilecto de Gran Canaria, y era conocido por su compromiso con la defensa del medio ambiente.
En 2017 recibió un homenaje de la Asociación en Defensa del Árbol (Adapa) por su contribución a proteger y mantener el entorno de Tafira
Vivió toda su vida en Tafira: "Aquí he nacido y aquí seguramente moriré. Me identifiqué con Tafira cuando comencé a trabajar y vi que la gente sufría. Se pensaba que en Tafira solo vivía gente adinerada porque al pasar por la carretera del Centro se veían los chalés a un lado y a otro. Pero el paisaje ocultaba los barrios, que tenían unas carencias enormes".