De la necesidad de dormir y descansar bien depende, y mucho, nuestra salud
Aunque a algunas personas les gustaría poder estar en activo y alerta durante las 24 horas del día, lo cierto es que eso, no es posible. Nuestros cuerpos, los cuerpos de todos los seres humanos, en realidad los cuerpos de casi todos los seres vivos del planeta, necesitan tener parte del día en reposo, y no sólo en reposo, sino durmiendo. Y se necesita dormir para que el cuerpo descanse, y para que la actividad cerebral también aproveche ese periodo para ralentizar su actividad, ajustándola a los parámetros necesarios que necesita el subconsciente a través de cerebro, cerebelo, tálamo e hipotálamo.
Simplificando, necesitamos dormir.
Dormir bien, sinónimo de salud
Y de esa necesidad de dormir y descansar depende, y mucho, nuestra salud y nuestra respuesta a la actividad física y psíquica durante el periodo de vigilia que necesitamos para realizar nuestra vida diaria.
Y, por todo lo anterior, el dónde y el cómo durmamos, es fundamental.
Para que todo vaya como debe ir, es decir, bien, nuestras camas, pero fundamentalmente, nuestros colchones, deben adaptarse a nuestros cuerpos de forma que nos aporten la mayor de las comodidades cuando estemos durmiendo.
Los colchones
Los colchones son la parte importante de esta ecuación y por eso, la elección del mismo, debe ser tomada teniendo en cuenta unos requisitos básicos, imprescindibles.
Los que tienen cierta edad, como es mi caso, hemos probado todo tipo de colchones, desde los de toda la vida, hasta los más recientes. A lo largo de estos últimos años, y gracias a las nuevas tecnologías aplicadas por la industria del sueño, ahora podemos tener a nuestro alcance colchones que se adaptan perfectamente a nuestras condiciones físicas y a nuestras exigencias de sueño.
Estas nuevas tecnologías, tras muchos años de estudio, se han preocupado de los muy variados aspectos de los que antes ni se hablaba. Aspectos como si dormimos con pareja, o si lo hacemos de forma individual. Si somos corpulentos, o no. Si nuestro peso es este o aquel. En fin, datos que se han venido aportando para que, quienes fabrican los colchones que nos deben procurar el mayor y mejor descanso posible, tengan todos los elementos de juicio para tal fin.
De modo que, teniendo en cuenta lo anterior, voy a permitirme hacer una breve clasificación de algunas variedades de colchones que pueden servirnos como referencia en el momento de hacer nuestra elección:
Y así vemos que hay colchones… y colchones.
Tipos de colchones
Colchones de muelles
Por ejemplo, los colchones de muelles tradicionales destacan por su gran resistencia y durabilidad. Su núcleo resiste pesos elevados. Según las pruebas que se realizan para garantizar su calidad, se calcula que, tras 10 años, la deformación de los muelles es de apenas un 0,3%.
La durabilidad de los colchones de muelles tradicionales es superior a la de cualquier otro tipo de colchón. Al estar fabricados por muelles que van unidos unos a otros, la carcasa es mucho más sólida y duradera. Son colchones muy consistentes, perfectos para el descanso confortable de las personas XXL con un alto Índice de Masa Corporal.
Un colchón únicamente fabricado con muelles tradicionales es casi indestructible, pero también es muy poco confortable para dormir. Carece de adaptabilidad y el cuerpo del durmiente sufre mucha presión. Por ello, se añaden capas de acolchado que permiten una adaptabilidad sin presiones. Son estas capas las que reducen su vida útil a unos 10 años, ya que los acolchados sí envejecen. Pero sin ellos, sería muy incómodo el descanso.
Colchones de látex
Los colchones de látex se pueden fabricar con látex natural, proveniente de la corteza del árbol, o látex sintético, provenientes del petróleo, o colchones combinados de látex natural y sintético.
Son colchones hipoalérgicos que destacan por una firmeza media/baja.
Al ser el látex un material muy denso, la transpirabilidad no es muy elevada, por lo que no es una buena alternativa para climas con temperaturas muy elevadas, humedad o usuarios con exceso de sudoración.
Colchones viscoelásticos
El colchón viscoelástico gracias a sus cualidades de adaptabilidad se ha convertido en el material más utilizado en la fabricación de colchones. Estos colchones destacan principalmente porque reducen los puntos de presión sobre la espalda y las piernas.
Dependiendo de la cantidad de viscoelástica presente en el colchón la firmeza puede ser baja, media o alta.
Colchones de espumación HR
Los colchones de espumación HR están hechos con materiales flexibles que absorben los movimientos, recuperando su forma inicial tras ser utilizados, es lo que se denomina HR (High Resiliance) o alta resiliencia.
Estos colchones suelen estar fabricados con espumas de isocianato. Podemos encontrar los colchones de espumación de poro abierto (con mayor transpirabilidad) y colchones de espumación de poro cerrado (más firmeza, pero menor transpirabilidad).
Los colchones de espumación HR tiene una firmeza media o superior.
De cualquier forma, como el descansar plácidamente, es fundamental para nuestra salud, lo conveniente es que nos dejemos aconsejar por aquellos que son expertos en el “casi buen arte” del dormir bien, porque, sin duda, nos podrán aconsejar lo mejor para cada caso, en cada momento.