La importancia de tener una licencia turística para poder alquilar un inmueble vacacional
A la hora de disfrutar de una vacaciones perfectas en un buen alojamiento, son muchas las personas en nuestro país que eligen un alquiler vacacional debido a todas las ventajas que esto puede suponer. Es por eso que cada vez son más los propietarios que quieren formar parte con sus inmuebles de esta nueva tendencia y alquilar sus viviendas para uso vacacional durante los meses más demandados del año, para conseguir así obtener una buena rentabilidad. Pero para poder hacerlo, es necesario contar con una licencia turística.
Debido a la importancia que tiene actualmente en nuestro país todo aquello relacionado con el turismo, son muchas las ventajas que se pueden obtener al participar en una actividad como ésta, que puede resultar tan lucrativa, tanto en el corto como en el largo plazo. Una de las formas más populares para formar parte de los engranajes del turismo es mediante el alquiler de un inmueble como vivienda vacacional durante los meses más potentes del año. En especial, debido al aumento de la demanda que este tipo de alojamientos han experimentado entre los usuarios en los últimos años, a nivel nacional e internacional.
Es por eso que si contamos con una segunda residencia o un inmueble extra al que queramos sacar partido, ponerlo como alquiler vacacional puede ser una buena idea a tener en cuenta. Pero habrá que tener en cuenta una serie aspectos previamente, dado que para poder llevar a cabo esta tarea con total legalidad, será necesario pedir una licencia turística que nos permita gestionar dicha actividad económica. Vamos a conocer a continuación un poco más en profundidad acerca de este tema tan importante y cuál es el procedimiento que debemos seguir para conseguir nuestra licencia turística, de una forma rápida y sencilla, con la que poder empezar a sacar partido al inmueble en alquiler vacacional.
Poner en alquiler una vivienda turística
Alquilar un inmueble vacacional es una forma realmente eficaz de poder sacar partido a un inmueble vacío o una segunda residencia con la que podamos contar. En especial, porque se trata de una actividad económica bastante lucrativa, sobre todo cuando esta vivienda se encuentra en una buena zona con gran afluencia de turistas durante todo el año, que permite al propietario obtener una inversión realmente interesante durante las temporadas más prolíferas.
De hecho, el alquiler de viviendas vacacionales no ha hecho más que crecer en los últimos años y cada vez son más las personas que buscan este tipo de alojamientos, debido a la comodidad y flexibilidad que pueden proporcionar a la hora de disfrutar de unas buenas vacaciones. Es por eso que entrar en este tipo de negocios con un inmueble puede ser una buena idea, y más aún, teniendo en cuenta la alta rentabilidad que se podría obtener al poner en marcha las estrategias más adecuadas.
Licencia turística
Una vez que ya nos hayamos decidido apostar por esta inversión tan eficaz, el primer paso que tendremos que dar será empezar la tramitación de la obtencion de licencia turística para el inmueble. Se trata de un documento legal que permitirá poder ejercer los derechos turísticos sobre la vivienda, y sin el cual, no podríamos llevar a cabo esta actividad con total legalidad. Por lo que se trata de una formalización básica e imprescindible que tendremos que obtener si queremos empezar cuanto antes a sacar beneficios del alquiler vacacional de nuestra vivienda.
Para conocer todo lo necesario acerca de cómo pedir esta licencia turística, dónde hay que acudir para llevar a cabo el trámite, cuál es la documentación que tenemos que aportar o los plazos que tenemos que cumplir, lo mejor será visitar una página web informativa relacionada con ello. Un sitio web especializado en esta materia y donde el usuario puede encontrar toda la información necesaria acerca del proceso de una forma muy cómoda y sencilla, de manera totalmente gratuita, para que la tramitación de la licencia turística no sea ningún problema.
Normativa Comunidades Autónomas
Uno de los factores más importantes que debemos tener en cuenta a la hora de poner en marcha el proceso para obtener una licencia turística, son las normativas específicas al respecto, con las que cuenta cada comunidad autónoma en nuestro país. Dependiendo de la región en la que se encuentre nuestro inmueble, la legislación a seguir y la solicitud que tengamos que rellenar será distinta. Por lo que se trata de un asunto del que conviene informarse a la perfección para no tener ningún tipo de problema o confusión a la hora de realizar nuestra petición para la licencia turística. Lo que sí tienen prácticamente todas en común, es que es necesario pagar una tasa concreta para poder obtener la licencia, y es importante tener en cuenta este gasto a la hora de hacer nuestros cálculos y presupuestos
Por poner algunos ejemplos concretos sobre este tema, en Cataluña, algunas de las condiciones que vamos a tener que cumplir tienen que ver con el alquiler al menos dos veces durante el año de nuestra vivienda o no exceder en más de 31 días continuos el alquiler para un mismo inquilino.
O en Castilla y León, esta vivienda tiene que tener una cédula de habitabilidad o una licencia de primera ocupación para poder obtener legalmente la documentación necesaria para poder alquilar. Es por eso que debemos ver si cumplimos los requisitos necesarios para cada comunidad autónoma, lo que puede ser una tarea verdaderamente importante que tendremos que llevar a cabo antes de lanzarnos de cabeza con este tipo de proyectos.
De esta forma tan sencilla y teniendo en cuenta algunos de los factores que acabamos de comentar, conseguir nuestra licencia turística puede convertirse en un procedimiento realmente sencillo. Tan solo tendremos que informarnos bien acerca de la legislación vigente en cada territorio al respecto, así como los requisitos que tendremos que cumplir para realizar la solicitud y en muy poco tiempo poder empezar a alquilar nuestra vivienda como inmueble vacacional para disfrutar de todos sus beneficios para nuestro bolsillo, tanto en el corto como en el largo plazo.