Meritoria victoria de la U.D. Las Palmas en Valladolid

Llegó la segunda victoria de la era García Pimienta, en un campo y ante un adversario de máxima exigencia (0-1). Armando Sadiku firmó el gol del triunfo amarillo frente al Real Valladolid, en un encuentro en que renace la esperanza por la importancia de los puntos conquistados y por el nivel colectivo demostrado por el equipo grancanario. Diez jornadas restan para el final de la fase regular y mucha historia que redactar en la Liga.

Los jugadores de García Pimienta abordaron el partido ante el Valladolid cerrando la página del episodio anterior del campeonato, frente al Girona. Y no esperaron acontecimientos nada más moverse el balón. La UD Las Palmas salió con una clara declaración de intenciones en Pucela: A los 30 segundos de juego generó Jonathan Viera la primera oportunidad, tras una fugaz combinación y remate suyo que evitó con su intervención el portero local Masip. La segunda ocasión amarilla, tras una malograda por el local Sergio León, fue de Alberto Moleiro al firmar el tinerfeño un slalom desde el centro del campo. Pero su remate raso lo atrapó de nuevo Masip.

El encuentro se desarrollaba en función de lo que los amarillos dictaban en el terreno de juego, aunque a través del mencionado León, Weissman y Roque Mesa el Valladolid también disfrutó de tres llegadas en el primer periodo. La mejor, con un disparo desde fuera del área del teldense Mesa que obligó a Valles a meter el guante y desviar a córner.

Viera y Moleiro se asociaron para organizar algunas jugadas en campo rival. Aunque fue Jesé Rodríguez el que tuvo la mejor oportunidad de todo el primer periodo, al rematar con contundencia y pase de Sergi Cardona. El portero Masip volvió a abortar el peligro, desviando lo justo el balón que buscaba sus redes a los 35 minutos.

El jarro lo reventó por fin Sadiku, a la hora de juego. Minutos antes había rematado Jesé un centro de Viera, que no encontró la dirección de portería. Pero en el minuto 60 el albanés cazó en el área un excelente servicio de Álvaro Lemos y, tras recoger un rebote, Sadiku acabó lanzando el balón al fondo de la portería del Valladolid. Lo más difícil se había logrado con mucha insistencia.

Y desde entonces tocó lo siguiente: sufrir. Hasta el minuto 97 los amarillos defendieron con todo el 0-1, con un rival volcado en las jugadas de estrategia ... pero Valles mantuvo su portería a cero, convirtiendo en oro el tanto de su compañero Sadiku.

   REAL VALLADOLID