La XXVI Cata Insular de Gran Canaria arrancó la semana pasada en el Hotel AC Gran Canaria. En ella participan 15 bodegas del CRDO de Vino de Gran Canaria, que aportan 34 referencias, entre los que hay 21 tintos, 10 blancos y 3 dulces. Las catas, realizadas por 14 catadores profesionales, eligen los mejores vinos en tres categorías: tintos jóvenes; blancos secos jóvenes y blancos fermentados en barrica; y semisecos, semidulces y licorosos. Además, se elige la botella con la mejor imagen entre 29 botellas. En total, se reparten 6.400 euros en premios entre los diez galardonados de la cata, tres en cada una de las categorías y la bodega que impulse la botella ganadora a la mejor imagen.
Pedro Suárez, presidente de la DO Gran Canaria, argumenta que “los vinos de Gran Canaria demuestran una vez más en esta cata su calidad, que es una apuesta que abandera la DO Gran Canaria. Nuestra intención es seguir con esta hoja de ruta y recuperar la presencialidad de eventos como estos para popularizar el sector del vino en la isla y hacerlo atractivo a los ojos del consumidor”.
Hablamos de un evento anual que se celebra desde 1996 como respuesta a la demanda del sector vitivinícola para el reconocimiento de la calidad de sus vinos. En 2006 se convierte oficialmente en concurso y lo impulsa el Cabildo de Gran Canaria, a través de la Consejería de Sector Primario y Soberanía Alimentaria. Sus objetivos principales son los de potenciar la calidad de los vinos a través de su evaluación organoléptica y seleccionar los mejores vinos de la isla. Por otra parte, pretenden impulsar el sector vitivinícola y valorar el esfuerzo de los vitivinicultores. Pueden participar todas las bodegas de la isla que pertenezcan y cumplan con los requisitos establecidos por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida de Vinos de Gran Canaria.