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¿HOY, SON LAS REDES SOCIALES ENEMIGAS DE LA MUJER?

 

En una entrevista a Luciana Peker, escritora y periodista, realizada por Ane Amondaraín y publicada en la Agencia EFE, el día 30 de marzo 2023 defiende dicha tesis. 

Indica expresamente que “hoy las redes sociales son enemigas de las mujeres”. Alguien puede pensar que es un concepto o dato o interpretación exagerado, o, incluso que se puede quedar demasiado corto. Evidentemente no tengo la capacidad y los datos que existan sobre esta realidad o función o variable de cómo inciden las redes sociales en las mujeres, niños/as, personas vulnerables de un tipo o de otro. Pero si podríamos hacernos algunas preguntas o algunas cuestiones… 

Me he cuestionado en estos años de redes sociales e Internet utilizados de forma masiva. Si para tantas grandes empresas de estas ramas tecnológicas y del saber, es y sería imposible, que “los móviles y otras plataformas tuviesen de entrada unas restricciones de temáticas y otras realidades para determinada población”. 

Es decir, no solo que después de comprado los artilugios los adultos pongan límites, si es que pueden a los móviles de sus hijos, sino que ya de fábrica viniesen en determinadas gamas de móviles y otras entidades informáticas –tablets, ordenadores, portátiles…-, con unas restricciones, con solo que el progenitor, padre, tutor comprase dicho artículo y dijese que es para un menor de edad… -o, para personas que comprasen esos artilugios siendo menor de una edad, o, incluso personas adultas que deseen que sus sistemas teleinformáticos tengan ya de principio unas determinadas restricciones, por ejemplo, no tener acceso a determinados tipos de páginas, especialmente, que sufren dependencias y adicciones a determinadas realidades…-. 

Puede parecer esto baladí, pero si esto se cumpliese se evitaría multitud de problemas y de peligros en las redes sociales –para niños, adolescentes, hombres, mujeres, ancianos, ancianas-  pueden mostrar y pueden crear y pueden materializar. En tantas cosas como los poderes fácticos e institucionales, públicos y privados se ponen de acuerdo, de forma correcta o al menos suficiente, porque no podrían realizar lo mismo, en este segmento de la realidad. 

Y, así de este modo, niños y niñas, adolescentes y adolescentas se viesen alejados de multitud de peligros y tentaciones que las redes sociales pueden traer. De ese modo multitud de males y ataques que pueden venir a las mujeres adolescentes se evitarían, incluso a las adultas… Cuándo todo se puede ordenar y reglamentar y normativizar porqué no se puede hacer lo mismo en estos medios o en estas autopistas del hoy. 

Si hemos tardado un siglo y algo en ir imponiendo normas de conducción y de tráfico de vehículos, porqué no podemos hacer lo mismo en las redes y caminos y autopistas y autovías informáticas y teleinformáticas. Nadie piensa que el problema sea la técnica y la tecnología, porque existen cientos de miles de investigadores en estas materias. Es más, si una marca equis de receptores y emisores teleinformáticos, pusiesen esas restricciones, posiblemente, muchos progenitores y tutores comprarían esas marcas y esos modelos, o, al menos, esa gama que viniesen con esas limitaciones… 

Si, la legislación universal pone ciertas restricciones a los niños y niñas, adolescentes y adolescentas en multitud de materias, normas que se han ido decantando y depurando durante siglos y generaciones, porqué no hacer lo mismo en el nuevo mundo de las redes sociales y de Internet. ¡Cuánto sufrimiento y angustia y pena se evitarían en multitud de individuos, de familias…! 

Si la niña y el niño, el adolescente, la mujer, la anciana son más vulnerables todavía hoy en la sociedad, hay que crear sistemas, que toda nueva tecnología y técnica que los hombres vayan inventando y aplicando en la realidad, tenga una defensa previa. No hay que esperar que un niño o niña o adolescente o adolescenta o mujer o anciana sufra acoso o violencia verbal o de otros tipos por Internet, sino que antes, hay que preverlo y prevenirlo y presumirlo y preconceptualizarlo... 

Si ya esa violencia se produce en esos medios, producidas por varones hacia hembras, por hembras hacia otras hembras, entonces, los nuevos sistemas o artilugios, tienen que llevar ya incorporados, o, al menos algunas gamas esa defensa. Porque si nos situamos en el acoso escolar si un niño o niña lo sufría antes en el medio escolar, ahora, pueden continuar en su casa a través de los móviles. Y, esto puede tener consecuencias, a y, en todos los sentidos, consecuencias negativas y perniciosas y dramáticas y trágicas, que pueden permanecer durante toda su existencia… 

¿Cómo reducir la violencia, violencia de todos los tipos y clases en las redes sociales esta es la cuestión…? ¿Qué sería semejante a cómo evitar accidentes de tráfico en las carreteras, y, esto es en lo que estamos durante ya más de cien años haciendo y diseñando e inventando y normativizando y sancionando, cierto que aquí, existen entidades públicas y privadas, que quieren reducir los accidentes de tráfico, las muertes, las heridas, los costes económicos…? ¿Pero no somos conscientes que la violencia en la vida y en las redes sociales, causa enormes consecuencias negativas, en las personas, en los colectivos, también en todo tipo de realidades humanas y sociales…? 

¿Existen premios y concursos de artículos por ejemplo, para la Seguridad Vial de los Automóviles, porqué no se crea un Premio de artículos y columnas periodísticas de Seguridad Vial de Internet? ¿Dónde se podrían recoger multitud de datos, ideas, preguntas, cuestiones, soluciones, sugerencias, ideas para evitar los “accidentes que pueden producirse contra personas y todo tipos de entidades, en concreto contra las mujeres en Internet…? 

¿Cuánto fracaso escolar tiene una variable o causa, al menos una, aunque no sea la única, en el mal uso de las redes sociales? ¿No podemos confiar en que todas las personas conduzcan bien en las carreteras, por eso se les enseña, y se crean normas, y se producen sanciones, por tanto, tampoco podemos pensar y esperar y creer que todas las personas se comportarán bien en las redes sociales, por tanto, hay que enseñar, normativizar, y crear sanciones…? 

¿Con Inteligencia Artificial y los Big Data podrían crearse programas que analizasen millones de sitios Webs y páginas y blogs en los cuales podrían indicar aquellos que tuviesen elementos negativos para niños y niñas, adolescentes y adolescentas o para otras restricciones sociales y humanas y morales y sanitarias…? ¿Se podría crear una numeración del cero al diez del peligro según edades de sitios y páginas de las redes sociales…? 

Suponemos que esta efervescencia, ebullición, volcán de las redes sociales en estos últimos treinta años, estemos en el primer periodo, en el cual, diríamos que la anarquía y la falta de leyes y de sentido común imperan. Y, esperamos, que ya, empecemos a poner coto, desde distintos puntos de vista y formas y maneras, desde las empresas de sistemas informáticos y programación, desde las autoridades civiles, desde las normas sociales y las legislaciones jurídicas y éticas y de sentido común y de prudencia… ¡Tengamos sentido común, tengamos un grado de bondad…! 

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