Gabriel González Fernández
Concejal por Podemos en Adeje y Secretario de Sostenibilidad, territorio y turismo de Podemos Canarias

Nos subrayan ante cualquier manifestación que el turismo es el motor económico de Canarias y nos ponen unos posit llenos de texto donde nos señalan los aspectos positivos que presenta tal industria como si tuviéramos que aprendernos esos párrafos de memoria como con aquella metodología de enseñanza antigua donde teníamos que repetir como loros esos temarios gruesos. Se olvidan que los saberes básicos que debemos manejar son herramientas que nos permiten alcanzar unos niveles de desempeño esperados ante situaciones o actividades a las que se refieren las competencias específicas de cada área en un momento determinado de su proceso de aprendizaje.
Llegados a este punto hay quien piensa, “madre mía, que rollo, ¡no entiendo nada!”.
Quiero decir que para superar una asignatura no tienes que replicar datos de forma repetitiva como tampoco tienes que superar cifras que ya eran rimbombantes en la llegada de turistas. Ahora se evalúa la capacidad de buscar, localizar, seleccionar, analizar, representar y transmitir información, o bien, interpretar, modelizar y resolver problemas de la vida cotidiana; en unos ámbitos y en otros como el turismo se debería de tener en cuenta la calidad de vida de la clase trabajadora, los salarios, la capacidad de tener vivienda o la sostenibilidad de unas islas que no aguantan más destrozos en ambientales.
Las cifras no engañan. Canarias ha batido récords de turistas en 2024, con más de 17 millones de visitantes. Los hoteles están llenos, los restaurantes a reventar, los aeropuertos funcionando sin descanso. Pero, ¿qué pasa con la gente que saca adelante este sector? La realidad es que el personal de hostelería, limpieza o restauración sigue cobrando sueldos bajos mientras los beneficios empresariales se disparan.
El Criterio de evaluación salarios, no se supera.
Otro de los grandes problemas que deja este modelo económico es la crisis de la vivienda. El auge de la vivienda vacacional ha disparado los precios del alquiler, convirtiendo en casi imposible que una familia trabajadora encuentre un hogar a un precio razonable. En Tenerife hay más de 51.000 viviendas turísticas registradas, un 4,7% del total de viviendas censadas. Esto significa que miles de casas que antes podían ser residenciales ahora están en manos de inversores que prefieren alquilarlas por días a turistas, en lugar de a residentes por meses o años.
Criterio de evaluación vivienda, no se supera.
Y no solo nos roban el derecho a una vivienda digna, también nos quitan el territorio. Canarias es un paraíso natural que está siendo devorado por la especulación. Proyectos como Cuna del Alma en el Puertito de Adeje o el hotel en La Tejita son solo la punta del iceberg. Cada vez perdemos más suelo, más costas se privatizan, y cada vez más parajes se destruyen para seguir alimentando el negocio de unos pocos.
Criterio de evaluación Sostenibilidad, no se supera.
Si el turismo genera tanta riqueza, ¿por qué no se nota en nuestros servicios públicos? El Hospital del Sur sigue sin ser el centro sanitario de referencia que necesitamos. Las colas en la sanidad pública no dejan de crecer. Las infraestructuras viarias están saturadas y el transporte público no es una alternativa viable para la mayoría de los trabajadores.
Criterio de evaluación Servicios públicos, no se supera.
¿Qué valoración hacemos de nuestro alumno, ese que estudia en un instituto con todos los recursos?
Que nos empuja hacia unas largas jornadas de trabajo, turnos partidos y una presión insoportable. Que los jóvenes no pueden independizarse, muchas familias tienen que compartir casa, y la opción de comprar una vivienda es un sueño inalcanzable. En el ámbito de la sostenibilidad nos tiene con las carreteras colapsadas, la sobreexplotación de los acuíferos y la contaminación creciente
Los beneficios del turismo no se revierten en la sociedad. Se quedan en manos de los grandes empresarios, los fondos de inversión y las multinacionales que han encontrado en Canarias una mina de oro sin control. Mientras tanto, la población local paga las consecuencias de un sistema que no piensa en su bienestar, sino en maximizar beneficios a corto plazo.
Hay de poner límites a la expansión sin control del turismo y exigir que los beneficios se redistribuyan de manera justa. Canarias no puede seguir en manos de quienes solo buscan enriquecerse a costa de la tierra y de la gente.
Gabriel González Fernández, concejal por Podemos en Adeje y Secretario de Sostenibilidad, territorio y turismo de Podemos Canarias