Cinco factores a tener en cuenta cuando contratamos Internet en casa
Nuestra calidad de vida depende cada vez más de la conexión a Internet que nos llega a casa: reproducimos música en streaming, visualizamos películas y series sin descargarlas e incluso la mayoría de los juegos que usan niños y mayores son online. Por ello, es fácil sentirse perdido al contratar internet en casa o al cambiar de operador. Las empresas nos ofrecerán diferentes servicios y opciones, y no siempre son las más adecuadas para nuestras circunstancias.
En primer lugar, tenemos que pensar para qué necesitamos la conexión a Internet. ¿Cuántas personas van a usar la red a la misma vez? ¿Se conectarán para navegar, o reproducirán y jugarán en streaming? De ello dependerá la velocidad contratada. Por ejemplo, una persona que vive sola y únicamente navega por Internet no necesita la misma velocidad de conexión que una familia con dos hijos aficionados a los videojuegos online.
Esto es lo que tienes que tener en cuenta al contratar internet en casa
- Tipo de conexión y cobertura. Las dos conexiones más habituales actualmente son la fibra óptica y el ADSL. Aunque la fibra óptica ofrece una mayor velocidad de conexión que el ADSL, en muchas ocasiones no es necesario realizar el desembolso adicional que supone la fibra óptica al contratar Internet, ya que con una conexión ADSL puede ser suficiente dependiendo de nuestro uso. También debemos tener en cuenta la cobertura que tiene nuestro hogar: no en todas las calles se ha realizado la instalación precisa para que llegue la fibra óptica.
- Simetría en la conexión. Muchas veces nos quedamos en la cantidad de megas o gigas que ofrece una determinada tarifa, ¿pero sabemos si son de subida o de bajada? La mayoría de las conexiones por fibra óptica son simétricas, es decir, tienen la misma velocidad de subida que de bajada, aunque no pasa lo mismo con las de ADSL. De nuevo, tendremos que analizar el uso que vamos a darle a la conexión antes de contratar Internet. ¿Voy a hacer videollamadas? ¿Jugar online a videojuegos? Entonces necesitaremos una velocidad de subida similar a la de descarga.
- Precio y la posibilidad de permanencia. Muchas compañías ofrecen descuentos sobre el precio original a cambio de una permanencia de varios meses (normalmente 48 o 36). Para cambiar la compañía antes de que expire ese plazo, en muchas ocasiones habrá que pagar una penalización. Por ello, es muy importante analizar qué precio tendremos que abonar una vez se acaben esos descuentos, que suelen tener una duración de seis meses, y si nos va a compensar mantener un contrato tan largo.
- Qué tipo de router ofrece la compañía. Lo habitual es que nos proporcionen un router, ya sea gratuito o en concepto de préstamo (esto es, tendremos que devolverlo cuando se dé por finalizado el contrato). Así, habrá que analizar si con la calidad de ese router tendremos acceso a las prestaciones que necesitamos.
- Soporte técnico. Al contratar Internet en casa, es muy conveniente que la compañía nos ofrezca un servicio técnico rápido y de calidad, sobre todo si no contamos con amplios conocimientos de informática.
Cuando contratamos Internet para nuestro hogar, además del precio hay que tener en cuenta otros muchos factores para que el servicio se adapte a nuestras necesidades. Lo más importante es analizar el uso que le vamos a dar a la red y buscar una oferta acorde, sin dejarnos llevar por otros incentivos.