Renting para las empresas: Una solución a la obsolescencia
El uso del renting por parte de las empresas ha sufrido una constante evolución y crecimiento en los últimos años. Condiciones que hace tiempo parecían utópicas, como que una empresa prefiriese alquilar determinados equipos o materiales en vez de comprarlos, cada vez son más habituales, ya que las ventajas de este tipo de recursos financieros son realmente provechosas.
Para explicar este crecimiento, hay que tener en cuenta que una empresa es incapaz de funcionar a pleno rendimiento si cuenta con buenos profesionales, pero su capacidad tecnológica está obsoleta y no dispone de los equipos y materiales necesarios para que las personas puedan hacer bien su trabajo.
Esa modernización tecnológica tiene un elevado coste que muchas pequeñas y medianas empresas no pueden asumir en su totalidad, por lo que necesitan encontrar soluciones financieras que les permitan hacer frente a la disyuntiva que se les presenta: conseguir el equipamiento necesario para progresar, o languidecer lentamente mientras las empresas de la competencia maximizan sus recursos y prosperan.
Uno de los sectores que más se beneficia de esta opción y que ha crecido en los últimos años es el renting de equipos informáticos. Este auge se explica fácilmente, ya que la tecnología informática evoluciona constantemente y resulta inviable comprar equipos nuevos cada vez que surge una nueva versión o actualización.
Con el renting de equipos informáticos eso es precisamente lo que se consigue: disponer de la última tecnología sin la necesidad de realizar un desembolso inicial desorbitado. Una solución práctica para estar a la última sin descuadrar las cuentas de la empresa.
Auge del renting en España
En esa dicotomía que enfrenta a la falta de capacidad económica con las necesidades reales de la empresa, es en la que el renting aparece con una fuerza inusitada como solución a los problemas de financiación.
Hay muchos sectores de la actividad empresarial que pueden verse beneficiados por la utilización del renting como forma de disponer de los activos necesarios. Uno de los ejemplos más destacados es el que concierne al parque de vehículos en renting del que disponen las empresas.
Si tomamos como referencia los últimos cuatro años, podemos ver que las cifras no dejan de crecer. Por ejemplo, en España, desde el 2015 hasta el 2019, el número de vehículos que las pequeñas y medianas empresas utilizan empleando la fórmula del renting ha aumentado en casi 140.000 unidades. Porcentualmente, el crecimiento experimentado ha sido de un 126% para las pequeñas empresas, y de un 65% para las medianas.
Aunque existen momentos en que las cifras presentadas deben manejarse con cautela, en este caso concreto nos proporcionan una certeza absoluta del crecimiento imparable de esta fórmula financiera: las pequeñas empresas españolas, en tan solo cuatro años, han duplicado el número de vehículos de los que disponen gracias al renting.
Además de lo concerniente al parque de vehículos de la empresa, el renting puede ser la solución a muchos de los problemas estructurales de los que puede adolecer una sociedad: la falta de maquinaria industrial o de construcción puede verse paliada, al igual que la de los diferentes bienes de equipo relacionados con la actividad de la empresa.
En resumen, podemos concluir que el renting es una opción realmente interesante para aquellas empresas que necesitan modernizar sus equipos e instalaciones, ya que podrán hacerlo sin realizar elevadas inversiones iniciales que podrían poner en peligro su funcionamiento.