Sin dejar de lado la musicalidad, la fuerza y la intensidad de violinistas como Stéphane Grappelli o Joe Venuti como punto de partida, Èlia Bastida nos ofrece un recorrido por el jazz, pasando también por el bebop, el hard bop, la bossa nova y canciones de carácter popular. Esta versatilidad lo convierte en un disco muy variado, rico en matices y con una música abierta y libre de etiquetas. |
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