REFLEXIÓN DEL VIERNES DE ÓSCAR IZQUIERDO
Aguantarlos
Empieza la campaña electoral, la loco manía política, nervios a flor de piel, excitación frenética. Los políticos, nos van a proponer y ofrecer hasta lo que no existe. Se acuerdan de Julio Anguita, que en paz descanse, aquel representante del partido Izquierda Unida, por cierto, la organización más desunida que ha existido en toda la reciente etapa democrática de este país, que repetía constantemente “programa, programa, programa”, nadie le hacía caso, una cuestión que sigue siendo una realidad. Los Programas Electorales, que editan todos los partidos políticos, no se lo leen sino los impresores y por necesidad de hacer correcciones y la edición de los mismos. Ningún ciudadano, a no ser alguno por curiosidad, pierde el tiempo leyendo, lo que se sabe perfectamente que después no se va a cumplir, ni los propios candidatos se lo saben, sólo han visto la portada, lo que significa la improvisación de la política actual, donde prevalece el mensaje populista, con el único fin de conseguir un puesto de trabajo durante cuatro años. Es el cambio de la política como servicio público, a la política como beneficio personal