ÚLTIMA HORA

LUZ Y TAQUÍGRAFOS PARA CONOCER AL CULPABLE DE LA REPETICIÓN DE LAS ELECCIONES

Los ciudadanos españoles tenemos motivos más que justificados para estar enojados con la situación política actual. Se realizaron las elecciones generales el 28-A, y a fecha de hoy, casi ya tres meses, no se vislumbra la formación de un posible gobierno a nivel estatal. No quiero fijarme en las actuaciones de Casado, Rivera y Abascal, totalmente legítimas a la hora de negar su apoyo por activa o por pasiva a Pedro Sánchez. A nadie han engañado, ni antes ni ahora. En consecuencia, la única posibilidad es un gobierno de izquierdas de PSOE y UP, con el apoyo o la abstención de partidos regionalistas, nacionalistas o independentistas. El camino está claro. No hay otra opción. Bueno, hay otra, que todos “descartamos”, la repetición de elecciones, aunque tampoco sería un cataclismo cósmico.

Siendo así, no parece de recibo la actuación de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, cabe pensar que secundada por sus ejecutivas. ¿A qué están jugando? Primero, Sánchez adujo que quería un gobierno de cooperación, luego parece ser que de coalición, pero con ministros que fueran independientes elegidos por UP. Iglesias ha defendido siempre la segunda opción, con miembros de UP en el Consejo de Ministros. He hecho un breve resumen. Pero, me han sacado de quicio, los últimos movimientos. Desde el PSOE, Adriana Lastra, muy enojada ha señalado que Pablo Iglesias quería la vicepresidencia, lo que tampoco sería en todo caso una infamia. Desde Unidas Podemos se ha negado tal petición. Y aquí está el problema, que es de profundo calado, por lo menos a mí me lo parece. ¿A quién creemos los ciudadanos? Por algunos comentarios aparecidos en la Red, los militantes socialistas lo tienen muy claro, creen a Pedro Sánchez; los militantes de Unidas Podemos a Pablo Iglesias. Es decir, que para la militancia es cuestión de creencia, cuestión de fe, porque no hay datos accesibles que certifiquen cuál es la verdad. Fiarlo todo a la fe, nos remite al ámbito religioso, incluso al de una secta. Hay que creer lo que no se ve. Lo expuesto es de una irresponsabilidad política mayúscula por parte de ambos partidos. Desenredar este nudo sería muy fácil. Luz y taquígrafos. Y así todos los ciudadanos podríamos conocer la verdad. Pero, nuestra clase política no está por la verdad, por lo que cada vez hay más desafección hacia la política, lo que tampoco parece importarle lo más mínimo a nuestros políticos. Lo que yo expreso con las palabras de Luz y taquígrafos, lo hace José María Izquierdo en el artículo de El País, Por escrito. Y público y trasparente.

Entiendo que una negociación para formar un Gobierno debe llevarse con cierta discreción, incluso con cierto secreto, pero lo que resulta injustificable en este proceso es que se mienta de una manera tan descarada. Y que dejen a la ciudadanía a la intemperie. Tenemos derecho a conocer la verdad. ¡Qué menos! Secretismo y mentira son realidades diferentes. Secreto es un hecho, realidad o noticia que no se quiere o no se debe revelar. Mentira es una afirmación contraria a lo que es o se cree que corresponde a la verdad, emitida con la intención de engañar. Al respecto me parece muy oportuna la sentencia de Antonio Machado en su libro Juan de Mairena “Se miente más que se engaña; y se gasta más saliva de la necesaria… Si nuestros políticos comprendieran bien la intención de esta sentencia, ahorrarían las dos terceras partes, por lo menos, de su actividad política”. Es claro que se puede mentir pero no engañar. Realidad que la estamos constatando en nuestra política actual.

Parece obvio que los españoles tenemos derecho a conocer la verdad, sobre un asunto de tanta importancia, cual es la formación de un gobierno que, en principio, va a dirigir la política en estos próximos 4 años. Ignoro cuál será el desenlace. Mas, en el caso de que no se forme gobierno, mucho me temo, mejor seguro, que no sabremos quién ha sido el culpable de que hayamos tenido que repetir las elecciones. Por el contrario, las respectivas militancias lo tendrán muy claro. Es todo cuestión de fe.

Quiero terminar con unas reflexiones dirigidas a los líderes de los partidos políticos, especialmente a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Si se repiten las elecciones, es seguro un descenso de la participación, como consecuencia del hartazgo ciudadano. Tal hecho supondría que los partidos políticos estarían incumpliendo claramente el artículo 6º de nuestra actual Constitución, que dice así: “Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la Ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”. Vaya manera de fomentar la participación política por parte de los partidos políticos, ya que con sus prácticas la debilitan.

Igualmente los partidos políticos son uno de los agentes más importantes de socialización política., tanto para su militancia como para su potencial electorado. A través de sus mecanismos internos de ejercicio de la democracia (asambleas, congresos, reuniones, etc.) A través de la formación política que desarrolla entre sus miembros. A través de la labor de orientación de la opinión pública que sus intervenciones parlamentarias pueden llevar a cabo.

O poniendo al elector, durante las campañas electorales, en el conocimiento más comprensivo posible de las cuestiones que han de ser decididas por medio de las elecciones, y después de estas en los procesos de negociación entre partidos para formar un gobierno de cooperación, de coalición...

¿Los partidos políticos facilitan un conocimiento comprensivo de las cuestiones que se están decidiendo en este proceso de negociación entre PSOE y UP? Ustedes mismos se pueden responder.

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