Amenazó a varios periódicos y, sin haber pasado mucho tiempo desde aquel „os vais a enterar“, ahora, de nuevo, ha levantado un dedo para amenazar en el parlamento al Sr. Casado, que dicho sea de paso, le da mil vueltas por su retorica y saber exponer los hechos tal como son, así como en ser un demócrata.
Pues el que, sin haber ganado elección alguna, pretende acordar los presupuestos del Estado con encarcelados, separatistas, pseudosimpatizantes de los que sembraron el terror durante décadas y con el hombrecillo camaleónico antisistema, tiene muy poco de demócrata. Esas amenazas en el parlamento, que son más propias de un presidente de una república bananera que el de un pais de la Unión Europea, son bochornosas y da hasta vergüenza ajena el condenarlas.
Y, si no le gusta la libertad de expresión, catalogando de fascistas a los que no oininan lo mismo que ellos, y que, mintiendo, él y su partido afirman defender, creando decretos para que el que quiera quede impune, entre otras cosas, tras insultar al Jefe y a los símbolos del Estado, así como tras blasfemar (animamos a ellos y demás valientes W. Toledos a que lo hagan en alguna Mezquita), aqui se le dedica una expresión con mucha libertad:
Mire, Sánchez, para cerrar el círculo con el Sr. Casado, usted se converteria sin tapujos en un aspirante a golpista si con ello pudiera seguir en el poder a toda costa y se está convirtiendo en la mayor lacra de la democracia en España.
Lo que está sucediendo es la capitulación del Estado ante separatistas encarcelados y huidos, con la estimable cooperación de algunos muy fiables políticos vascos y los antisistemas pseudobolcheviques.
